Ataque sin víctimas a un blindado español en Afganistán
Las tropas españolas en Afganistán sufrieron ayer un nuevo ataque de la insurgencia. Un artefacto explosivo improvisado (IED) fue activado por la mañana al paso de un vehículo RG-31 en el que viajaban zapadores de la brigada paracaidista destacados en el puesto avanzado de Muqur, que los soldados españoles comparten con los estadounidenses.
El explosivo se activó al paso de la rueda trasera y la caja de seguridad del blindado bloqueó la onda expansiva sin que se produjeran heridos. Solo tres militares españoles tuvieron que ser atendidos por dolores leves debido a una contusión, según f...
Las tropas españolas en Afganistán sufrieron ayer un nuevo ataque de la insurgencia. Un artefacto explosivo improvisado (IED) fue activado por la mañana al paso de un vehículo RG-31 en el que viajaban zapadores de la brigada paracaidista destacados en el puesto avanzado de Muqur, que los soldados españoles comparten con los estadounidenses.
El explosivo se activó al paso de la rueda trasera y la caja de seguridad del blindado bloqueó la onda expansiva sin que se produjeran heridos. Solo tres militares españoles tuvieron que ser atendidos por dolores leves debido a una contusión, según fuentes del Ministerio de Defensa.
Los militares españoles estaban realizando una patrulla de reconocimiento junto a soldados estadounidenses en una ruta al norte de la localidad de Muqur cuando se activó el IED. Tras el ataque, acordonaron la zona para asegurarse de que no había más artefactos explosivos en el camino y se trasladaron a un sitio más seguro donde los militares españoles pasaron una rápida revisión médica para comprobar que todos estaban bien.
Después, los militares recuperaron el vehículo al que había explotado el artefacto y lo trasladaron a la base de Qala-i-Naw para su reparación.
"La principal amenaza"
Este tipo de artefactos explosivos son "la principal amenaza" de las tropas españolas en Afganistán, según admiten en el Ministerio de Defensa. Por eso se han sustituido los antiguos BMR por nuevos blindados con mayor protección contra minas y frente a este tipo de explosivos. Desde marzo ya no queda en Afganistán ninguno de los viejos vehículos. El contingente español cuenta en estos momentos con 83 RG-31 y 108 vehículos Lince.
El coste del plan de renovación de blindados, que el Ministerio de Defensa puso en marcha en 2007, asciende a 320 millones de euros para una adquisición final de 575 unidades.
Los RG-31, conocidos como antílopes, y fabricados en Suráfrica, fueron modificados por ingenieros de las Fuerzas Armadas españolas, que aportaron mejoras en la seguridad y confort. El ejército estadounidense, con el que ayer patrullaban las tropas españolas, dispone de estos mismos blindados en Irak y Afganistán.