Reportaje:

Extorsionar a la propia hermana

La Audiencia vizcaína condena a casi tres años de cárcel a un abogado que amenazó con matar a sus sobrinas si la familia no le pagaba 500.000 euros

Para conseguir medio millón de euros, un abogado quiso extorsionar a su hermana, casada con un empresario, con la amenaza de que mataría a las hijas de la pareja, sus sobrinas. Un letrado vizcaíno ha sido condenado a dos años y ocho meses de prisión por un delito de amenazas, en un caso que causó una enorme conmoción en las familias de los implicados, primero por el temor a lo que le pudiera sucediera con los menores y luego al comprobar que detrás estaba uno de sus propios miembros.

Todo ocurrió en el mes de mayo de 2008, cuando el condenado, M. I. A. S., participó en "diversos actos d...

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Para conseguir medio millón de euros, un abogado quiso extorsionar a su hermana, casada con un empresario, con la amenaza de que mataría a las hijas de la pareja, sus sobrinas. Un letrado vizcaíno ha sido condenado a dos años y ocho meses de prisión por un delito de amenazas, en un caso que causó una enorme conmoción en las familias de los implicados, primero por el temor a lo que le pudiera sucediera con los menores y luego al comprobar que detrás estaba uno de sus propios miembros.

Todo ocurrió en el mes de mayo de 2008, cuando el condenado, M. I. A. S., participó en "diversos actos de extorsión" a dos empresarios, que son hermanos, propietarios de una fábrica en Bilbao. Uno de ellos está casado con una hermana del acusado. A ambos les exigió, relata el fallo de la Audiencia de Vizcaya, dictado el pasado 1 de julio, "la entrega de 500.000 euros bajo amenazas de ocasionar la muerte a los hijos menores [tanto de su hermana como del otro empresario] si no efectuaban el pago".

"Sus hijas acabarán en un contenedor", amenazó el cómplice del letrado

El letrado recurrió a otra persona, W. J. B. R., que se encuentra huido, quien el 9 de mayo de 2008 llamó a ambos empresarios a su fábrica exigiéndoles el dinero. De negarse, el extorsionador se mostró rotundo en su amenaza: "Sus hijas acabarán en una bolsa de basura en un contenedor"; "le mandaría en una bolsa los ojos de sus hijas". Seis días después, se concertó la entrega de 200.000 euros en el aparcamiento del centro comercial Max Center de Barakaldo. El cómplice del abogado y dos personas más fueron detenidas entonces por la Ertzaintza, que había sido alertada por los industriales.

La sentencia relata que se sucedieron varias llamadas, algunas de ellas realizadas por el propio abogado, que fueron contestadas por su hermana, en las que "se trata de indagar sobre una posible comunicación a las autoridades policiales". La Audiencia considera probado que se buscaba "incidir en la fuente de riqueza patrimonial que representaba la empresa regentada por los dos hermanos". El tribunal aprecia el agravante de que las amenazas se realizaron por teléfono y su objetivo era un pariente.

La sentencia refleja el grave trastorno familiar que causaron los hechos: "La actuación del acusado ocasionó en su hermana, sin duda, un grave quebranto emocional". Y agrega que los daños morales se incrementaron por el hecho de que "toda su familia estuvo sometida durante varios días a una estrecha protección policial".

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La Audiencia establece la implicación del abogado en los hechos por haber facilitado los datos personales de los extorsionados y rechaza el argumento de la defensa de que el letrado fue a su vez extorsionado por la persona que realizó las llamadas. M. I. A. S. fue vigilado por la Ertzaintza, que comprobó que el día de la entrega del dinero permaneció "alrededor de dos horas" en una zona próxima al lugar de la cita.

Además de la pena de cárcel, que ha sido recurrida al Tribunal Supremo, el condenado deberá indemnizar con 12.000 euros a su cuñado y otros 5.000 al hermano de este. El tribunal absuelve a los otros dos acusados -quienes acompañaron a W. J. B. R. a la entrega frustrada del dinero- al no quedar demostrado que conociesen el plan de extorsión.

El caso

- Las amenazas, realizadas a través de un cómplice, empezaron con llamadas telefónicas el 9 de mayo de 2008 al cuñado del abogado y el hermano de aquel, propietarios ambos de una fábrica en Bilbao.

- El 15 de mayo se concertó una cita con los extorsionadores para la entrega de 200.000 euros, pero la Ertzaintza, alertada del caso y que ya vigilaba al letrado, les detuvo.

- La vista oral se celebró entre el 21 y el 23 de junio pasados. Un jurado popular condenó al abogado a 32 meses de cárcel, pena suficiente para entrar en prisión. El fallo ha sido recurrido al Supremo.

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