Cartas al director

Día de la Erradicación de la Pobreza

Hoy 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Inmersos en los efectos negativos de una crisis económica que provoca dramas personales y familiares, muchos ciudadanos encuentran en esta dura realidad un argumento sólido para justificar el recorte de la ayuda al desarrollo, ya sea tanto desde las Administraciones como desde el propio bolsillo.

Desde las organizaciones que trabajamos para impulsar el desarrollo en las zonas más desfavorecidas del planeta, consideramos que la crisis que vivimos actualmente los países "ricos" conlleva -como todas las cr...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hoy 17 de octubre es el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Inmersos en los efectos negativos de una crisis económica que provoca dramas personales y familiares, muchos ciudadanos encuentran en esta dura realidad un argumento sólido para justificar el recorte de la ayuda al desarrollo, ya sea tanto desde las Administraciones como desde el propio bolsillo.

Desde las organizaciones que trabajamos para impulsar el desarrollo en las zonas más desfavorecidas del planeta, consideramos que la crisis que vivimos actualmente los países "ricos" conlleva -como todas las crisis- una lección positiva: la posibilidad de ampliar las perspectivas y de esta forma comprender mejor la situación en la que viven personas y comunidades en las que la crisis y falta de oportunidades son realidades con las que conviven día a día.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los datos y las cifras, siempre fríos, nos hablan de cientos de millones de personas sin acceso a derechos tan básicos como la alimentación, la salud y la educación, así como a un trabajo o a una vivienda digna. Las buenas intenciones, plasmadas, por ejemplo, en forma de Objetivos del Milenio, no bastan para reducir estas cifras vergonzosas para todos, sobre todo cuando vemos que estos datos indican un creciente proceso de acumulación y concentración de la riqueza en manos de los más poderosos. Este desequilibrio evidencia la necesidad de establecer mecanismos efectivos para parar esta inmoralidad. Las tasas a las transacciones financieras internacionales, la lucha contra los paraísos fiscales, la abolición de la deuda ilegítima y el establecimiento de fuertes sistemas de protección social públicos y universales son, entre otros, elementos que pueden hacer del mundo un lugar un poco menos injusto.

Archivado En