Crítica:GASTRONOMÍA | LA SEMANA POR DELANTE

Las comidas y los negocios

Ha sido recurso inveterado comenzar o rematar los negocios con una comida, de suerte que en su transcurso y por su bondad se disipasen los restos agresivos de las duras negociaciones o se propiciase el favorable inicio de las mismas.

Será que los ejecutivos han leído a la antropóloga Mary Douglas, que nos advierte: Aquellos a los que conocemos de comidas, también los conocemos de bebidas. Aquellos a quienes solo conocemos de bebidas, los conocemos menos íntimamente. La comida expresa una fuerte amistad.

Más para que la comida cumpla su función social es necesario rodearla del apa...

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Ha sido recurso inveterado comenzar o rematar los negocios con una comida, de suerte que en su transcurso y por su bondad se disipasen los restos agresivos de las duras negociaciones o se propiciase el favorable inicio de las mismas.

Será que los ejecutivos han leído a la antropóloga Mary Douglas, que nos advierte: Aquellos a los que conocemos de comidas, también los conocemos de bebidas. Aquellos a quienes solo conocemos de bebidas, los conocemos menos íntimamente. La comida expresa una fuerte amistad.

Más para que la comida cumpla su función social es necesario rodearla del aparato imprescindible, lo cual puede lograse con mucha mayor facilidad en un restaurante -lugar neutral- antes que en la propia casa o en otro ambiente alternativo. Así las cosas existen establecimientos que por su decoración, su carta y su ubicación parecen predestinados a lo que se ha dado en llamar comidas de negocios, y uno de los más significativos en el área industrial del sur de la ciudad de Valencia es este Mediterráneo, que reúne con suficiencia las condiciones acordadas.

Restaurante Mediterráneo

Carretera Real de Madrid s/n.

Albal. Valencia. Teléfono 96 126 32 99

Los amplios espacios, opulentos en la decoración -diríamos que un tanto barrocos- acogen sin embargo una carta en la que predominan las especialidades más tradicionales, algunas de ellas, eso sí, reforzadas con toques de la cocina internacional. Las habituales entradas de jamón o de queso se complementan con otras sofisticadas a la vez que sabrosas, como la caballa confitada, las alcachofas rellenas de nabos y foie o el revuelto de morcilla y manzana ácida. Los imprescindibles arroces se concretan en los habituales de langosta, verduras o pollo, ajustados en su cocción y con abundantes raciones; lo mismo sucede con las carnes y los pescados, que cuentan con excepciones como los lomos de conejo o el bacalao con porrusalda.

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