Análisis:DESDE EL PARQUÉ | Mercados

Recuperación con impulso ajeno

La Bolsa española demostró ayer que carece de una tendencia propia y que depende totalmente de lo que suceda en otros mercados. Los inversores en valores españoles se ven así forzados a tomar decisiones con cierto retraso, lo que explica en buena parte la precipitación con que suelen actuar.

El Ibex 35 abrió ayer la jornada con altibajos discretos y mucha indecisión, lo que le daba un tono de volatilidad que no tenía nada que ver con el dinero puesto en circulación. Los valores bancarios todavía sufrían las consecuencias del incremento de la morosidad en la última foto del sector...

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La Bolsa española demostró ayer que carece de una tendencia propia y que depende totalmente de lo que suceda en otros mercados. Los inversores en valores españoles se ven así forzados a tomar decisiones con cierto retraso, lo que explica en buena parte la precipitación con que suelen actuar.

El Ibex 35 abrió ayer la jornada con altibajos discretos y mucha indecisión, lo que le daba un tono de volatilidad que no tenía nada que ver con el dinero puesto en circulación. Los valores bancarios todavía sufrían las consecuencias del incremento de la morosidad en la última foto del sector, con lo que ralentizaban los escasos intentos de mejora que se produjeron a lo largo de la mañana. Para colmo de males, en Europa no se publicaban indicadores en los que poder apoyar alguna decisión que cambiara el aspecto de los mercados, por lo que no quedaba más remedio que esperar a la apertura de la Bolsa de Nueva York, para ver si desde allí se movían algo las cosas.

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Las primeras noticias que llegaban desde Estados Unidos no inclinaban al optimismo, pues un dato de confianza de los empresarios del sector de la construcción, que se mantuvo sin cambios en septiembre, enfrió los ánimos. En esos momentos, el Ibex 35 marcaba su valor mínimo del día, con 10.569,10 puntos y un recorte del 0,18%.

Los inversores estadounidenses dejaron de lado ese dato y se volcaron con el informe que afirmaba que la recesión acabó oficialmente en junio del año pasado y que no se contempla la doble caída que algunos analistas habían pronosticado. Cualquier posible nuevo enfriamiento de la economía debe considerarse a estas alturas como una nueva recesión, una simple cuestión técnica que, sin embargo, permitió a aquel mercado ganar altura y animar a las plazas europeas. El Ibex 35 pasó en apenas una hora a marcar el máximo de la sesión con 10.751,30 puntos y un avance del 1,54%. Al cierre suavizó ligeramente ese avance y quedó en 10.743,10 puntos, con una subida del 1,46% que anula las pérdidas del pasado viernes.

El movimiento de esa última hora del mercado permitió mejorar el volumen de contratación, aunque algunos flecos del vencimiento de opciones y futuros lo mantuvieron en 4.448,27 millones de euros. Las operaciones del "mercado abierto" descendieron hasta 1.835,09 millones de euros, una cifra que puede considerarse aceptable.

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