Análisis:EL ACENTO

Perplejidades en la patronal

La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) lleva meses sumida en perplejidades. Nadie puede entender cómo Gerardo Díaz Ferrán, presidente y guía de la patronal, responsable de abrillantar con su presencia la competitividad empresarial española, no presentó la dimisión en cuanto se hizo pública la quiebra de su aerolínea (Air Comet) y se supo que era corresponsable de la grave crisis del grupo turístico Marsans. Más extravagante es, si cabe, que una vez comprobado que Díaz Ferrán no tenía intención de dimitir en respuesta a la ruinosa situación de sus empresas (causada por...

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La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) lleva meses sumida en perplejidades. Nadie puede entender cómo Gerardo Díaz Ferrán, presidente y guía de la patronal, responsable de abrillantar con su presencia la competitividad empresarial española, no presentó la dimisión en cuanto se hizo pública la quiebra de su aerolínea (Air Comet) y se supo que era corresponsable de la grave crisis del grupo turístico Marsans. Más extravagante es, si cabe, que una vez comprobado que Díaz Ferrán no tenía intención de dimitir en respuesta a la ruinosa situación de sus empresas (causada por la mala gestión y no por la suerte, como a veces sostiene el interesado) y a los procedimientos judiciales que pesan sobre su persona, las asociaciones representadas en la CEOE no exigieran su dimisión. ¿No se requiere mérito empresarial y capacidad de gestión para representar a la crema del empresariado? Parece que no.

Exceltur (Alianza para la Excelencia Turística) acaba de pedir la inmediata renuncia de Díaz Ferrán; argumenta que ha causado daños a la imagen del turismo español y que ha perjudicado a miles de trabajadores. Díaz Ferrán no es la imagen que necesita un mercado -el turístico- que vive de la imagen. Pero Exceltur no está incardinada en la CEOE, aunque algunas de sus empresas sí lo estén. El Instituto de Empresa Familiar también exigió la dimisión del presidente; pero tampoco está integrada en la patronal.

Díaz Ferrán pertenece a esa categoría humana que Nietzsche llamaba "cabezas reciamente vendadas". Su única relación con el mundo exterior consiste en mantener su posición. Toda oposición le parece minoritaria, toda opinión contraria está intoxicada. Le sostiene el espeso silencio interno. Lo que está en cuestión es si los pasos de Exceltur, el Instituto de la Empresa Familiar o la Federación de Agencias de Viajes preludian un movimiento dentro de la organización que reclame el cambio de presidente. A las grandes empresas la presidencia de Díaz Ferrán les causa tanto daño como a las turísticas. Haya o no vía estatutaria hacia la destitución, esas empresas representadas en la CEOE tienen que pronunciarse sobre el extravagante gobierno de la patronal.

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