Crítica:MUSICAL

Diferentes caras y un sabor idéntico

Andy Warhol ya lo vislumbró en los años sesenta sustituyendo el pincel por la fotocopiadora Canon. La técnica permite que la copia sea igual e incluso mejor que el original. Esta capacidad de mímesis es una de los grandes aciertos de Chicago, el musical. Es una franquicia de una producción que lleva 14 años puliéndose con gran éxito en Broadway, una de las plazas más difíciles y exigentes. Y si hay un género teatral que los norteamericanos saben cultivar y exportar es el musical. La dirección y la escenografía vienen auspiciadas por la rúbrica de Bob Fosse, el que fuera guionista...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Andy Warhol ya lo vislumbró en los años sesenta sustituyendo el pincel por la fotocopiadora Canon. La técnica permite que la copia sea igual e incluso mejor que el original. Esta capacidad de mímesis es una de los grandes aciertos de Chicago, el musical. Es una franquicia de una producción que lleva 14 años puliéndose con gran éxito en Broadway, una de las plazas más difíciles y exigentes. Y si hay un género teatral que los norteamericanos saben cultivar y exportar es el musical. La dirección y la escenografía vienen auspiciadas por la rúbrica de Bob Fosse, el que fuera guionista y director del musical original, estrenado en el año 1975, y artífice de la mítica película Cabaret.

CHICAGO

Letras: Fred Ebb. Libreto: Bob Fosse y Fred Ebb. Intérpretes: María Blanco, Carlos Lozano y Marta Ribera. Música: John Kander. Orquestación: Ralph Burns. Dirección y coreografía: Bob Fosse. Basada en la obra de Maurine Dallas Watkins. Bilbao. Teatro Arriaga. Del 12 de agosto al 5 de septiembre.

Este acto de flagrante mímesis no merma un ápice el brillante espectáculo musical que ofrece el Arriaga. La acción no cesa a lo largo de las dos horas que dura el espectáculo gracias a un vigoroso y entregado elenco de bailarines, que desde los primeros compases se apropia de la totalidad del escenario. El barroco teatro bilbaíno resulta un marco idóneo para la atmósfera que recrea el musical.

La sobriedad del escenario y del vestuario están legítimamente subordinadas al protagonismo indiscutible de las coreografías y los temas musicales. La orquesta, compuesta por 14 músicos, opera como otro personaje dramático más. Mantiene permanentemente el brío musical, y transmite al espectador el espíritu festivo y desenfandado de los locos años veinte.

La trama del montaje continua estando de actualidad: Chicago, una ciudad sin ley en la que impera la concupiscencia y donde el camino más corto entre dos puntos no es siempre la línea recta; donde sus protagonistas están dispuestas a cualquier cosa con tal de alcanzar la fama y éxito.

María Blanco, actriz experimentada en el género musical, firma una gran actuación en su papel de la aparentemente inocente Roxie Hart. Como todo buen actor de musical, muestra una gran versatilidad y rebosa energía a lo largo de toda la función. Marta Ribera también aprueba con nota y sorprende al auditorio con una gran capacidad vocal.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

No se puede decir lo mismo del mediático Carlos Lozano en su papel del seductor Billy Flynn. Su voz dista mucho de estar a la altura de las circunstancias y su actuación resulta fría y un tanto distante.

Archivado En