Análisis:DESDE EL PARQUÉ | Mercados

Las expectativas pesan más que los datos

Dicen los datos que la economía europea crece, incluso más de lo previsto. Gracias a Alemania. Y a pesar de todo, a tenor de lo sucedido ayer, los mercados siguen instalados en el pesimismo sobre la recuperación económica y su solidez. Levantan la vista, miran hacia delante y lo que ven -apoyados en las correcciones a la baja que hicieron la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo esta semana- no les gusta. Así que descuentan los buenos datos y se fijan en unas expectativas más oscuras o, al menos, inciertas. Consecuencia: las sesiones, desde el martes, se cuentan p...

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Dicen los datos que la economía europea crece, incluso más de lo previsto. Gracias a Alemania. Y a pesar de todo, a tenor de lo sucedido ayer, los mercados siguen instalados en el pesimismo sobre la recuperación económica y su solidez. Levantan la vista, miran hacia delante y lo que ven -apoyados en las correcciones a la baja que hicieron la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra y el Banco Central Europeo esta semana- no les gusta. Así que descuentan los buenos datos y se fijan en unas expectativas más oscuras o, al menos, inciertas. Consecuencia: las sesiones, desde el martes, se cuentan por cierres negativos.

La jornada comenzó con ganancias: los inversores trataban de recuperar parte del terreno perdido en los días anteriores. Pero, casualmente, cuando comenzó a saberse cómo había crecido la economía europea entre abril y junio, a los mercados se les acabó la gasolina y se adentraron en terreno negativo. Solo recibieron un alivio pasajero cuando se conoció la evolución de la confianza en Estados Unidos, el tiempo justo como para darse cuenta de que el dato estaba por debajo de las expectativas.

En este escenario, el Ibex 35 perdió un 0,64% y cerró en 10.275,8 puntos. Le arrastró la banca, el sector más decisivo en su comportamiento. Las seis entidades financieras que ponderan en el índice selectivo perdieron posiciones y, sobre todo, lo hizo el mayor de ellos, el Santander. El banco cántabro perdió un 1,93%. Se alejó todavía más de Telefónica, que consolida su posición como mayor valor bursátil en España.

En el resto de Europa, el rojo también tiñó casi todos los paneles. El Dax alemán perdió un 0,4% y el Cac francés, un 0,28%. Entre los grandes, solo el FTSE de Londres acabó en verde en la última sesión de la semana, al ganar un 0,18%.

Por lo que respecta al mercado de bonos, se mantuvo la tónica de la semana. La deuda alemana actuó como refugio, por lo que la prima de riesgo con los países donde se espera un futuro económico más complicado (España, Grecia, Portugal e Irlanda) volvió a subir hasta situarse en niveles anteriores a la publicación de las pruebas de resistencia a la banca europea. En el caso del bono español a 10 años, el diferencial con el alemán subió hasta superar los 186 puntos básicos, acercándose peligrosamente al máximo marcado en junio (221).

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