El arte salta a la consola

José Ibarrola (Bilbao, 1955) es un pintor al estilo tradicional, de los que preparan el lienzo, se manchan las manos y trabajan rodeados de olor a pintura y aguarrás. Nunca se había visto tentado a adentrase en el camino de las nuevas tecnologías, hasta que una consola, una de esas maquinitas portátiles de videojuegos, ha caído en sus manos con una herramienta que permite a los usuarios aprender a pintar en un taller virtual. En lugar de tela o papel, las formas se plasman en una pantalla y, en vez de pinceles, se maneja el color presionado sobre un menú informático con un puntero.

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José Ibarrola (Bilbao, 1955) es un pintor al estilo tradicional, de los que preparan el lienzo, se manchan las manos y trabajan rodeados de olor a pintura y aguarrás. Nunca se había visto tentado a adentrase en el camino de las nuevas tecnologías, hasta que una consola, una de esas maquinitas portátiles de videojuegos, ha caído en sus manos con una herramienta que permite a los usuarios aprender a pintar en un taller virtual. En lugar de tela o papel, las formas se plasman en una pantalla y, en vez de pinceles, se maneja el color presionado sobre un menú informático con un puntero.

Ibarrola reconoce que, superada la sorpresa inicial, ha descubierto en el videojuego Art Academy un entretenimiento que puede facilitar el aprendizaje de las técnicas artisticas a los legos en la materia. Para los pintores, la consola se abre paso en el terreno de los viejos cuadernos de apuntes y puede servir, aventuró Ibarrola, como instrumento para realizar bocetos y recoger ideas.

El videojuego 'Art Academy' se pone a la venta el próximo viernes

El puntero permite elegir el lápiz o el pincel, así como mezclar colores

Nintendo, con más de 3.400 millones de videojuegos vendidos desde su fundación en 1983, pone a la venta su juego Art Academy para su videoconsola Nintendo DS el próximo 6 de agosto. La presentación en sociedad del videojuego se está rodeando de arte de verdad. Hace unos días, se puso a prueba en Madrid con cuatro obras maestras del Museo Thyssen-Bornemisza, que abarcaron desde la pintura medieval sobre tabla hasta la Naturaleza muerta (1948-1949), de Giorgio Morandi.

Ibarrola eligió uno de sus propios cuadros para experimentar con las posibilidades del juego en la reproducción del dibujo, el color, las texturas o el volumen. En el cuadro que sometió a la prueba de la consola había plasmado un barquito de papel, un motivo recurrente en la obra de Ibarrola acompañando a sus enigmáticos personajes.

Pintar con la consola es a la pintura sobre el lienzo como jugar con las mascotas virtuales de Nintendogs es a tener en casa un perro al que dar de comer todos los días y sacar a pasear. Art Academy propone para empezar a manejarse la reproducción de pinturas ya existentes, con una serie de nociones generales sobre la técnica.

El primer paso es captar el modelo con la cámara fotográfica incorporada en la consola. El proceso de la pintura virtual continua con la elección con el puntero del tipo de lapiz o pincel y la forma de utilizarlo y pasa por marcar una cuadrícula que guíe la reproducción.

La maquinita enseña también a utilizar la goma de borrar para crear efectos y permite jugar con diez colores básicos. Como en la paleta de la vida real, al mezclarlos se van creando nuevas tonalidades.

Después de muchas presiones con el puntero sobre la pantalla, se suman ordenes sobre líneas y colores, y el barquito de Ibarrola flota sobre la pantalla de la consola, más o menos como en el lienzo original.