PSOE y BNG fuerzan en CRTVG un nuevo aplazamiento de las oposiciones

La dirección alega que las bases daban "estabilidad laboral y seguridad jurídica"

El concurso-oposición para crear 220 plazas en la radio y la televisión públicas seguirá esperando unos meses más. La negativa del director general de la Compañía Radio Televisión de Galicia, Alfonso Sánchez Izquierdo, nombrado con los únicos votos del PP, y de los representantes de este partido en el consejo de administración a admitir un tribunal neutral que juzgue los exámenes ha empujado a PSOE y BNG a bloquear las pruebas.

En las reuniones de los últimos días, los seis consejeros nombrados a propuesta de la oposición (cuatro del PSdeG y dos del Bloque) habían rechazado las bases de...

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El concurso-oposición para crear 220 plazas en la radio y la televisión públicas seguirá esperando unos meses más. La negativa del director general de la Compañía Radio Televisión de Galicia, Alfonso Sánchez Izquierdo, nombrado con los únicos votos del PP, y de los representantes de este partido en el consejo de administración a admitir un tribunal neutral que juzgue los exámenes ha empujado a PSOE y BNG a bloquear las pruebas.

En las reuniones de los últimos días, los seis consejeros nombrados a propuesta de la oposición (cuatro del PSdeG y dos del Bloque) habían rechazado las bases de la oposición propuestas por la cúpula del ente con el argumento de que el tribunal que iba a juzgar las pruebas lo designaba a dedo la dirección de CRTVG. El PP y los gestores de la corporación siempre se negaron a aceptar un jurado independiente. También ayer en el pleno del consejo de administración, cuando antes de votar se les propuso un sorteo entre profesionales de los medios públicos para conformar un tribunal neutral. El portavoz de los consejeros del PP, Arturo Maneiro, lo rechazó de plano.

Sánchez Izquierdo rechazó que el control lo ejerza personal de la casa Los gestores del ente niegan que los sindicatos puedan tutelar las pruebas

Entonces se procedió a votar el primer punto del orden del día, una modificación del cuadro de personal -para adaptarlo a los ascensos por promoción interna- que requería de una mayoría cualificada de dos tercios para ser aprobada. Visto que los gestores del ente público y el PP persistían en su idea de reservarse en exclusiva el control de los exámenes, socialistas y nacionalistas votaron en contra. La interpretación del secretario del Consejo de Administración de que sin ratificar ese punto, el pleno no podría dar luz verde a las bases de la convocatoria hizo que el segundo punto (que sólo requerían de mayoría simple y por tanto de los votos del que el PP ), ni siquiera se sometiese a votación.

La dirección de CRTVG, que ha rehusado responder durante todas las semanas a las preguntas de este periódico, emitió ayer un comunicado en el que alega que "las líneas de actuación que envolvían al proceso de consolidación de empleo eran favorecer la estabilidad laboral, poner fin a 18 años de ausencia de oposiciones, cumplir con los principios de igualdad, mérito y capacidad", además de "actuar con la máxima seguridad jurídica que evite focos de litigiosidad". La nota, que no aparece firmada, alude al Estatuto Básico del Empleado Público, que "impide que los representantes políticos o sindicales propongan la designación de miembros de los tribunales de las oposiciones".

Basándose en este punto, la dirección del ente negó a la representación sindical un puesto en los tribunales que sí le ha dado en otros procesos selectivos a lo largo del actual mandato. Sánchez Izquierdo y su equipo han evitado explicar desde el martes -día en que este periódico publicó las bases de la prueba- por qué rechazan un sorteo entre los profesionales de la entidad para designar a los miembros del tribunal que juzgará la mayor oposición en CRTVG desde 1992.

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Al igual que hicieron los consejeros nombrados por su partido, y el director general a quien él mismo designó, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se aferró a la tesis de que se trataba de "una oferta de empleo ajustada a derecho". Hecha esa consideración, el jefe del Ejecutivo -que prometió regenerar los medios públicos a su llegada a la Xunta- se desentendió del proceso. "La televisión pública tiene unos estatutos y unos responsables y a ellos les corresponde decidir", expuso, "no sé cómo era antes [en referencia al bipartito] pero ahora responde la dirección de la compañía y no el Gobierno". Alfonso Sánchez Izquierdo fue nombrado sólo con los votos del PP, cuyo programa electoral prometía dirigir a los rectores de los medios públicos en el Parlamento y por consenso.

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