GREC 2010

De Keersmaeker propone danza sin artificios al atardecer

A la hora del crepúsculo, sin ornamentos vacuos, ni decorados, ni luz artificial. Con un silencio solo roto por las notas interpretadas por tres músicos y un cantante. La coreógrafa belga Anne Teresa De Keersmaeker imaginó este contexto para crear su última obra, En Atendant, que escasos días después de su estreno mundial en el festival de Aviñón, se presenta esta noche y mañana en el Teatre Grec de Barcelona.

En ella ocho bailarines experimentan cómo el cuerpo, el individuo y el grupo, pueden hablar de humanidad y mortalidad. Y lo hacen atendiendo a la especial relación que se e...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

A la hora del crepúsculo, sin ornamentos vacuos, ni decorados, ni luz artificial. Con un silencio solo roto por las notas interpretadas por tres músicos y un cantante. La coreógrafa belga Anne Teresa De Keersmaeker imaginó este contexto para crear su última obra, En Atendant, que escasos días después de su estreno mundial en el festival de Aviñón, se presenta esta noche y mañana en el Teatre Grec de Barcelona.

En ella ocho bailarines experimentan cómo el cuerpo, el individuo y el grupo, pueden hablar de humanidad y mortalidad. Y lo hacen atendiendo a la especial relación que se establece entre danza y música, premisa que recorre todas las creaciones de De Keersmaeker, desde que en 1983 fundara la compañía de danza contemporánea Rosas. En esta ocasión, y después de trabajar con la música de Bach, Mahler y The Beatles, la coreógrafa se ha inspirado en la complejidad del ritmo y la notación del ars subtilior, estilo musical francés de finales del siglo XIV.

Esta corriente musical recorrió los alrededores de las cortes del sur de Francia y el norte de España "en un momento en el que los cimientos de la Edad Media se resquebrajaban", explica Keersmaeker. Dicha música "emocionalmente intensa", como la califica la coreógrafa, se contrapondrá al sentido desnudo de la danza con la que se ha configurado el montaje. "Quiero desafiar a la percepción, reducir la artificialidad al máximo. Y que siga habiendo mucho silencio", concluye la belga.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En