CLICK CLACK | TOUR 2010 | Jornada de descanso

Con nombre y apellido

Dani Navarro tiraba como un poseso del grupo de favoritos en la subida a Morzine-Avoriaz mientras el comentarista de la televisión francesa se empeñaba en confundirlo con Tiralongo. Cinco kilómetros a meta, cuatro, y el asturiano seguía allí poniendo un ritmo atufador. Dani hacia el trabajo más limpio de todo el trabajo sucio, ese que está reservado para corredores de mucha calidad. Para ello no es suficiente con tener la confianza del líder o la responsabilidad de hacerlo, no, para estar a ese nivel hace falta mucha calidad.

En el grupo ya no quedaban más que los favoritos, puesto que ...

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Dani Navarro tiraba como un poseso del grupo de favoritos en la subida a Morzine-Avoriaz mientras el comentarista de la televisión francesa se empeñaba en confundirlo con Tiralongo. Cinco kilómetros a meta, cuatro, y el asturiano seguía allí poniendo un ritmo atufador. Dani hacia el trabajo más limpio de todo el trabajo sucio, ese que está reservado para corredores de mucha calidad. Para ello no es suficiente con tener la confianza del líder o la responsabilidad de hacerlo, no, para estar a ese nivel hace falta mucha calidad.

En el grupo ya no quedaban más que los favoritos, puesto que los únicos equipos que contaban con más de un integrante en el selecto grupo eran Rabobank -con Gesink y Menchov- y Liquigas -Basso y Kreuziger-. Pero todos estos son líderes o colíderes, ninguno de ellos puede ser considerado como un gregario.

Dani Navarro se ha postulado como el hombre clave que necesita Contador
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Por eso que Dani era allí un infiltrado de lujo, el único gregario entre los hombres y nombres que se están jugando la carrera. Dani era -por así decirlo, cogiendo la estirpe de su buen amigo- el Chechu Rubiera de Armstrong en el grupo de los favoritos.

El comentarista francés, que no tenía su mejor día, pues anteriormente había confundido a Tiralongo con Iglinsky, quizá no había reparado en que hacía exactamente un mes, el 11 de junio, Dani había estrenado su palmarés en una dura etapa de la Dauphiné Liberé en la que Contador le dio alas para volar en solitario.

Callaba de esta manera el asturiano a las voces que durante el curso han proclamado la debilidad del Astana como bloque para defender el liderato del Tour en la montaña. Un puntito más, le decía Alberto por la radio, y Dani obedecía como si se tratara de un juego; aunque esto es solo un eufemismo, pues Dani subía al límite sabiendo que su meta se encontraba más cerca, en el punto indeterminado de la subida en el que los líderes comenzaran con sus ataques. Así que el mismo día en el que Armstrong vio el principio del final, Dani se postuló como el hombre clave de Contador. La llave que necesita Alberto para acceder de nuevo a lo más alto.

¿Y quién es ese Dani Navarro?, preguntaría el comentarista cuando se dio cuenta de su error. Habría que contestarle que es un corredor que pasó por el Liberty de Manolo Sainz en 2005 y 2006, proveniente del equipo cantera. Que siempre ha destacado como escalador de raza, y que en 2007 pasó al Astana para quedarse ahí al lado de Contador como hombre de confianza en la montaña. Y explicarle además que ha progresado lentamente, paso a paso, dejando destellos previos de su calidad, para convertirse en lo que es ahora mismo, lo que se denomina un gregario de lujo.

Gracias, lo hice lo mejor que pude, me respondía esta mañana tras las felicitaciones por su trabajo. Sí, le respondí, lo hiciste tan bien que a partir de ahora ya te mereces que te reconozcan por tu nombre, Dani Navarro.

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