Análisis:DESDE EL PARQUÉ | MERCADOS

Dudas sobre la economía europea

Los inversores se ponen a la defensiva ante el giro que está dando la coyuntura económica europea y por la creciente alarma en torno a algunos grandes bancos franceses y alemanes, previsiblemente muy tocados por sus carteras de deuda de varios países de la periferia.

Las posiciones tomadas con el criterio de una rápida recuperación de la economía se han deshecho sobre la marcha, aunque esa irregularidad en el ritmo y cuantía de la reactivación era, en cierto modo, esperada. Ahora, la hipótesis de una salida de la crisis "en V", con fuerte caída y rápida recuperación, ha dado paso a un p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Los inversores se ponen a la defensiva ante el giro que está dando la coyuntura económica europea y por la creciente alarma en torno a algunos grandes bancos franceses y alemanes, previsiblemente muy tocados por sus carteras de deuda de varios países de la periferia.

Las posiciones tomadas con el criterio de una rápida recuperación de la economía se han deshecho sobre la marcha, aunque esa irregularidad en el ritmo y cuantía de la reactivación era, en cierto modo, esperada. Ahora, la hipótesis de una salida de la crisis "en V", con fuerte caída y rápida recuperación, ha dado paso a un proceso "en W", con fases alternas de recuperación y caída.

El mercado de valores español mostró ayer la confusa respuesta de la inversión a unos problemas con los que no contaba, con una apertura del Ibex 35 que solo distaba 10 puntos del dato del cierre. Lo máximo que se consiguió en esta jornada fue recuperar el nivel de los 10.000 puntos en medio de constantes altibajos. Los primeros datos sobre la apertura de la Bolsa de Nueva York tumbaron esos conatos de subida y el Ibex 35 llegó a caer hasta los 9.824,70 puntos, para alcanzar poco después los 9.886,00 puntos en que cerró, con un recorte del 1,30%.

Los inversores no parecen ver garantías suficientes en los valores del mercado español, ni siquiera a largo plazo, de ahí que deshagan posiciones ante el mínimo problema, y ahora los hay en abundancia y algunos bastante novedosos. La ausencia de criterios propios para manejar la situación a largo plazo hace que la Bolsa española sea más sensible a la inercia global, lo que explica la rapidez con que se desmontaron posiciones ante una posible apertura a la baja de la Bolsa de Nueva York. Con todo, el resto de las plazas europeas registró resultados muy parecidos, lo que confirma que, en buena parte, es el giro en las políticas económicas lo que más preocupa en estos momentos a los inversores.

El mercado estadounidense sufrió un severo revés con la caída del índice de venta de viviendas nuevas del mes de mayo. Este índice bajó el 32,7% al acabarse los subsidios públicos para la compra de viviendas y vuelve a situar al sector inmobiliario como problema y reflejo de una situación económica demasiado irregular y que no consigue crear empleo.

Archivado En