La crisis y las elecciones en los países europeos

Los últimos avances electorales de las fuerzas políticas centrífugas en Bélgica e Italia (ya veremos los resultados de las próximas en España) son significativos y preocupantes para Europa, porque reflejan, cada uno, los dos mayores obstáculos para la cohesión europea, que son las diferencias culturales, flamencos frente a valones, en el caso de Bélgica, y las diferencias económicas, con la rica Italia del Norte enfrentada al resto del país.

No solo el Estado de bienestar se tambalea con la crisis, sino el propio Estado, en el sentido de unidad territorial; la gravedad de la crisis econ...

Los últimos avances electorales de las fuerzas políticas centrífugas en Bélgica e Italia (ya veremos los resultados de las próximas en España) son significativos y preocupantes para Europa, porque reflejan, cada uno, los dos mayores obstáculos para la cohesión europea, que son las diferencias culturales, flamencos frente a valones, en el caso de Bélgica, y las diferencias económicas, con la rica Italia del Norte enfrentada al resto del país.

No solo el Estado de bienestar se tambalea con la crisis, sino el propio Estado, en el sentido de unidad territorial; la gravedad de la crisis económica tiende a profundizar las crisis políticas. Lo que sucede en Bélgica e Italia es extrapolable al resto de Europa, auténtico rompecabezas cultural y con desigualdades de renta abismales entre los diferentes países que constituyen la Unión Europea.

Si queremos cambiar el curso de esta nueva guerra mundial, la de los mercados contra la mayoría social, hay que apoyar las políticas que busquen más y mejor la cohesión social y política en nuestras sociedades, empezando en el interior de los países y siguiendo con Europa. Nos va mucho en ello.