Reportaje:

Vidas en construcción

Un documental recoge el testimonio de once mujeres que luchan por superar el golpe del terrorismo

Primero llega la noticia de la muerte, la incredulidad, la búsqueda de un porqué junto con el dolor, la rabia y el vacío. Recomponerse tras un atentado terrorista contra un familiar implica un proceso personal de reconstrucción que dura toda la vida. El documental Mujeres en construcción, que se proyecta hoy en la sesión de clausura del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, habla de víctimas de la violencia, la mayoría de ETA, que luchan por rehacer sus vidas.

Los testimonios de 11 mujeres, algunas de ellas hijas, madres o esposas de asesinados, van marcando disti...

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Primero llega la noticia de la muerte, la incredulidad, la búsqueda de un porqué junto con el dolor, la rabia y el vacío. Recomponerse tras un atentado terrorista contra un familiar implica un proceso personal de reconstrucción que dura toda la vida. El documental Mujeres en construcción, que se proyecta hoy en la sesión de clausura del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián, habla de víctimas de la violencia, la mayoría de ETA, que luchan por rehacer sus vidas.

Los testimonios de 11 mujeres, algunas de ellas hijas, madres o esposas de asesinados, van marcando distintas etapas en la evolución del terrorismo. En el documental comparten sus historias y confidencias en la cotidianidad de sus días, en sus casas o trabajos, en una batalla por recomponerse como personas. "Para nosotras lo importante es lo que dicen, no quiénes lo dicen. Queríamos huir de estereotipos y prejuicios. Por eso, son rostros pocos conocidos que representan de forma amplia el mapa de víctimas del terrorismo" en Euskadi, explica Begoña Atin, codirectora del filme junto con Maite Ibañez. De hecho, las mujeres no se identifican hasta el final de la película.

"Es la primera vez que he hablado con libertad", afirma la hija de una víctima

Para casi todas ellas el rodaje resultó terapéutico, una catarsis colectiva. "Es la primera vez en 21 años que he hablado desde la libertad, sin presiones de asociaciones o de medios de comunicación", explica Marga Abad, a quien le resultó duro revivir el atentado en que murió su madre y ahondar en sus heridas, aún abiertas.

Victoria Campos se muestra nerviosa. Sólo ha pasado un año desde que se quedó viuda. Cuenta que la experiencia del rodaje fue gratificante, aunque al principio se mostraba muy reacia a hablar de sus sentimientos. Emocionada, lee una bendición en gaélico en recuerdo de su marido. "Escuchar diferentes enfoques de lo que tú también has vivido es una buena manera de afrontar el problema", señala esta mujer, madre de un niño de siete años.

Para Begoña Atin y Maite Ibañez ha resultado muy enriquecedor compartir con todas ellas muchas horas de charla, paseos y tardes de café,"un tiempo fundamental para conseguir la complicidad de las protagonistas, necesaria para lograr absoluta confianza y libertad".

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Luisa Ramírez Calanda, madre de Marga Abad, falleció el 19 de junio de 1987 en el atentado de ETA contra el Hipercor de Barcelona. Victoria Campos se quedó viuda el 14 de mayo de 2008. Su esposo, Juan Manuel Piñuel, murió al estallar el coche bomba que la banda había colocado en la casa cuartel de la Guardia Civil de Legutiano.

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