Cartas al director

El Cabañal y la sociedad civil

La escuela del mundo al revés, de la que ya nos trató de prevenir Eduardo Galeano, se extiende por doquier. En nuestra ciudad, en el barrio de El Cabañal, hemos asistido a una manifestación más de las tremendas contradicciones sobre las que se asienta el aparente sistema democrático que nos gobierna.

En un contexto de corrupción generalizada, de uso de las instituciones y los bienes públicos para intereses particulares y de destrucción del patrimonio cultural de nuestro pueblo, las porras de la Policía Nacional reprimen la palabra de jóvenes, ancianos y representantes de la sociedad civ...

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La escuela del mundo al revés, de la que ya nos trató de prevenir Eduardo Galeano, se extiende por doquier. En nuestra ciudad, en el barrio de El Cabañal, hemos asistido a una manifestación más de las tremendas contradicciones sobre las que se asienta el aparente sistema democrático que nos gobierna.

En un contexto de corrupción generalizada, de uso de las instituciones y los bienes públicos para intereses particulares y de destrucción del patrimonio cultural de nuestro pueblo, las porras de la Policía Nacional reprimen la palabra de jóvenes, ancianos y representantes de la sociedad civil, a los que se les priva, incluso, del derecho a la presencia y a la contestación. Así ha ocurrido, de nuevo, en el barrio de El Cabañal. La policía del mismo Estado que ha ordenado paralizar las demoliciones de edificios en El Cabañal, en lugar de proteger los inmuebles amenazados, reprime con violencia y ensañamiento a las personas que tratan de impedir que los derribos se produzcan.

Mañana dirán que los manifestantes tiraban piedras contra la policía. Pocos hablarán de la mayor parte de la gente que, de forma pacífica, se encontraba manifestándose en la calle y fue agredida por las fuerzas de "seguridad" del Estado. Nadie hablará de la violencia de un sistema contra la sociedad civil, que trata de enmudecer toda disidencia cultivando el miedo entre la población y que, en definitiva, instaura un régimen encubierto que trata de reducir la democracia a un formalismo que no entrañe peligro alguno para el poder establecido.

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