Griñán ya tiene el Gobierno que quería

Dos años de legislatura, dos presidentes y cuatro gobiernos. La sucesión de Manuel Chaves hace ahora un año por José Antonio Griñán terminó ayer de manera definitiva su digestión, cuando el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE empezó a descolgar teléfonos y a citar a consejeros en su despacho. Era la crisis de Gobierno. Hace nueve días, Griñán fue elegido con el 99,8% de los votos líder del PSOE en un congreso extraordinario y desde entonces ha cambiado de manera radical a los equipos en los tres ámbitos de poder en los que tiene ya todas las manos libres: el parti...

Dos años de legislatura, dos presidentes y cuatro gobiernos. La sucesión de Manuel Chaves hace ahora un año por José Antonio Griñán terminó ayer de manera definitiva su digestión, cuando el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE empezó a descolgar teléfonos y a citar a consejeros en su despacho. Era la crisis de Gobierno. Hace nueve días, Griñán fue elegido con el 99,8% de los votos líder del PSOE en un congreso extraordinario y desde entonces ha cambiado de manera radical a los equipos en los tres ámbitos de poder en los que tiene ya todas las manos libres: el partido, con un núcleo duro nuevo de su confianza; en el grupo parlamentario, con un portavoz elegido por él; y ahora, en el Gobierno, donde ha firmado el cese de seis consejeros, ha fichado a otros cuatro y ha dejado las consejerías en 13, dos menos que ahora. Al año de ser elegido y, sobre todo, una vez investido líder del PSOE andaluz, Griñán se ha desmarcado de toda la etapa anterior y ha hecho por fin lo que ha querido.

Begoña Álvarez ocupará un puesto en el Consejo Consultivo

La titular de Presidencia será también portavoz del Gobierno

Antonio Ávila pasa a dirigir una macroconsejería económica

Martín Soler rehusó la oferta de seguir en Empleo o en Medio Ambiente

El cambio fundamental en el Ejecutivo es la entrada de Mar Moreno como número dos al frente de la Consejería de la Presidencia y portavoz del Gobierno. Griñán la señala claramente como relevo en un futuro, algo que muchos ayer calificaban de "decisión valiente". Moreno siempre ha estado en las quinielas sucesorias en la etapa de Chaves, pero también levantaba muchas suspicacias en los círculos más cerrados del socialismo andaluz. "Griñán, que tiene 64 años, no tiene ningún inconveniente en que hablen de ella como sucesora, sabe que sólo se va a presentar a unas elecciones y ha marcado una hoja de ruta", opinaron ayer dos dirigentes. Por primera vez en la Junta, el titular de la Presidencia será también portavoz del Gobierno. El ascenso de Mar Moreno, que va a ocupar tres consejerías en dos años (Obras Públicas, Educación y Presidencia) "no hubiera sido posible si Griñán no es secretario general, ha sido un ejercicio de liderazgo", opinó otro dirigente.

Pero el nombramiento abrió también especulaciones menos amables y que pueden ir a más o a menos. "Griñán se ha puesto fecha de caducidad y no me extrañaría que tirara la toalla de la candidatura a la Junta en 2012 si los resultados de las municipales de 2011 no fueran buenos", aseguraba un dirigente provincial. Otro advertía: "Le guste o no, la oposición va a empezar a hablar de algo que siempre se había evitado, que es un presidente de transición".

Fuentes próximas al presidente andaluz indicaron que éste es plenamente consciente de que ese debate es inevitable y está dispuesto a aguantarlo y también a atajarlo. "Vamos a ir a ganar las elecciones de 2012 porque después de eso no sabemos si va a haber relevo", indicaron estos medios.

La crisis ha supuesto la salida de seis consejeros, tres de ellos muy ligados a Luis Pizarro, la mano derecha de Chaves en el partido durante los últimos 16 años. Pizarro sigue en Gobernación y asume las competencias de Justicia. Las tres personas de su círculo que salen son Antonio Fernández (Empleo), Martín Soler (Innovación) y Cinta Castillo (Medio Ambiente). A Martín Soler, que empezó la legislatura en Agricultura, le ofreció las dos carteras y rechazó las dos al entender que no tenía "la confianza" de Griñán, según fuentes socialistas.

También deja Justicia y Administración Pública, Begoña Álvarez, víctima de la reducción de consejerías. Su nuevo destino lo sitúan en el Consejo Consultivo de Andalucía. Los otros ceses estaban más o menos cantados, ya que el hasta ahora consejero de Vivienda, Juan Espadas, será el candidato a la alcaldía de Sevilla, mientras que la responsable de Cultura, Rosa Torres, ocupa la presidencia del PSOE, cargo para el que Griñán reclama exclusividad, aunque no se descarta su salto a la política municipal como candidata en Antequera. Las competencias de Justicia pasan a Gobernación con Luis Pizarro al frente, mientras que Carmen Martínez Aguayo asumirá Administración Pública junto con Hacienda. La Consejería de Obras Públicas asumirá la de Vivienda.

Los cuatro consejeros que entran son el almeriense Manuel Recio hasta ahora secretario general de Economía que ocupará Empleo; el veterano Paulino Plata, en Cultura; el onubense Juan José Díaz Trillo en Medio Ambiente; y Francisco Álvarez de la Chica en Educación. La entrada de este último va abrir antes de tiempo un congreso extraordinario en el PSOE de Granada.

En la crisis, Griñán reconoce explícitamente su error al nombrar a Antonio Ávila como consejero de la Presidencia hace un año. Ávila se hará cargo de una macroconsejería formada por Economía, Innovación y Ciencia, acorde con su perfil y trayectoria de economista.