Glass causó un quebranto fiscal de 1,8 millones a Guipúzcoa

La Hacienda foral reclamará el dinero a la estatal

Los movimientos fiscales que realizó la empresa catalana Glass Costa Este Salou mientras tuvo su domicilio fiscal en Guipúzcoa, donde no ejercía ninguna activiidad, causaron un quebranto económico de 1,8 millones de euros a la Hacienda de esta provincia. El diputado de Hacienda y Finanzas, Pello González, puso ayer en conocimiento de los miembros de la comisión de investigación del caso Glass que la compañía, además de los 2,1 millones que dejó de ingresar a la Agencia Tributaria estatal, según consta en la denuncia del fiscal, causó unos perjuicios económicos millonarios a las arcas fo...

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Los movimientos fiscales que realizó la empresa catalana Glass Costa Este Salou mientras tuvo su domicilio fiscal en Guipúzcoa, donde no ejercía ninguna activiidad, causaron un quebranto económico de 1,8 millones de euros a la Hacienda de esta provincia. El diputado de Hacienda y Finanzas, Pello González, puso ayer en conocimiento de los miembros de la comisión de investigación del caso Glass que la compañía, además de los 2,1 millones que dejó de ingresar a la Agencia Tributaria estatal, según consta en la denuncia del fiscal, causó unos perjuicios económicos millonarios a las arcas forales.

La revelación supuso una auténtica sorpresa para los miembros de la comisión. Hasta ahora, sólo había trascendido que la empresa catalana falseó su domicilio en San Sebastián, cuando no tenía actividad alguna en la provincia, para acogerse a "cuantiosos beneficios fiscales" durante al menos tres ejercicios.

La comisión de investigación cita hoy a un asesor fiscal imputado

Estas ventajas fueron concedidas mientras el director de la Hacienda foral era Víctor Bravo, quien podría haber recibido el 7,1% de las participaciones de Glass, valoradas en 1,4 millones, por su ayuda en el fraude. Bravo se negó recientemente a declarar ante la comisión de las Juntas aduciendo que figura como imputado en el proceso judicial abierto por esta causa.

El diputado de Hacienda explicó en su comparecencia, que se prolongó dos horas, que los 1,8 millones corresponden a los beneficios concedidos y las liquidaciones que Glass presentaba con saldo negativo. La Hacienda guipuzcoana tratará de recuperar la totalidad de estas cantidades, que solicitará a la Agencia estatal, al ser la institución a la que Glass estaba obligada a tributar por tener su actividad radicada en Cataluña.

Hoy comparecerá ante la misma comisión Jesús Jiménez Oruna, jefe de sección del Impuesto sobre Sociedades durante la etapa en que Bravo dirigía la Hacienda foral. Jiménez, actual administrador de la asesoría Cialt Norte, está imputado en la causa por facilitar que Glass fijara su domicilio fiscal en Guipúzcoa de forma irregular, según el fiscal, y acusado de cinco delitos contra la Hacienda pública.

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