Análisis:El jueves empieza la Copa del Rey

¿Quién le pone el cascabel al Barça?

Siempre que nos encontramos ante una competición como la que comienza el jueves, en Bilbao, asistimos al ritual de ver cómo todos los equipos se van pasando de unos a otros la responsabilidad de ser favoritos. "¿Favoritos nosotros? ¡Qué va!". Es todo un clásico que demuestra que a casi nadie le gusta llevar esa cruz que convierte la victoria en algo lógico y casi obligatorio y torna la derrota en batacazo. Este año no se ha producido tal debate y siete equipos no tienen por qué preocuparse. Todos los pronósticos apuntan en la misma dirección, la del Barça, y aquél que diga lo contrario corre e...

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Siempre que nos encontramos ante una competición como la que comienza el jueves, en Bilbao, asistimos al ritual de ver cómo todos los equipos se van pasando de unos a otros la responsabilidad de ser favoritos. "¿Favoritos nosotros? ¡Qué va!". Es todo un clásico que demuestra que a casi nadie le gusta llevar esa cruz que convierte la victoria en algo lógico y casi obligatorio y torna la derrota en batacazo. Este año no se ha producido tal debate y siete equipos no tienen por qué preocuparse. Todos los pronósticos apuntan en la misma dirección, la del Barça, y aquél que diga lo contrario corre el riesgo de ser acusado de no encontrarse en su sano juicio. Los azulgrana han confirmado la sospecha que se tenía cuando terminaron de confeccionar su plantilla y que apuntaba hacia un equipo espectacular, polifacético, cargado tanto de experiencia como de frescura y con una nómina inigualable de jugadores determinantes, ésos cuya presencia supone saltos de calidad. Durante meses han pulverizado a todo el que se ha puesto por delante y dominan la ACB con mano de hierro. ¿Título copero asegurado?

Es un conjunto espectacular, polifacético y con una nómina inigualable de jugadores determinantes
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Miremos hacia otras direcciones. El balcanizado Real Madrid se enfrenta a la primera de sus oportunidades para abrir la vitrina. Hasta ahora ha demostrado su competitividad, pero también cierta falta de consistencia que le mantiene todavía lejos de ser un equipo redondo. Los problemas físicos de Felipe Reyes no le ayudan en su talón de Aquiles, la contundencia debajo del aro; vienen de un par de decepciones en la Euroliga y un año más juegan los cuartos en viernes (tres días, tres partidos), por lo que la apuesta por el blanco tiene tintes de aventura incierta. Mientras tanto, en Vitoria ven con buenos ojos la atención bipolar Madrid-Barcelona. Sin hacer mucho ruido, el Caja Laboral se mantiene donde siempre ha estado, muy arriba e impasible a sus constantes reconstrucciones, aunque en esta edición la Euroliga le ha sacado los colores y, hoy por hoy, está más fuera que dentro. Recuperando lesionados al mismo ritmo que los vuelve a perder, el Baskonia permanece al acecho y la cercanía de Bilbao con Vitoria le asegura también calor en las gradas. Si Splitter está sano, cuidadito con ellos.

La nomina de aspirantes termina aquí, dicho con todos los respetos. El Joventut llega en horas bajas, el Bilbao bastante tiene con sus problemas en la Liga, al Pamesa le sigue faltando un hervor y el Cajasol y Estudiantes no parecen capacitados para ir más allá de dar una sorpresa, pero no tres.

Para no estropear las ilusiones de todos, nos podemos agarrar a la leyenda de la Copa. Recordemos partidos sorprendentes, campeones no previstos, favoritos decapitados a las primeras de cambio. Todo vale para mantener la llama de esta competición, convertida desde hace ya unos años en la cita anual del baloncesto por excelencia a pesar de que en esta ocasión, y como pocas veces lo ha hecho, llegue un equipo siendo y jugando de una forma tan superior al resto. Un gato al que la razón hace dudar de la posibilidad de que alguien sea capaz de ponerle el cascabel.

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