Así fue Argüelles

Hay soldados. Hay niños. Hay curas. Hay jovencitas. Pequeños y mayores. Felices y angustiados. Las caras de un barrio. Desde los guardias de asalto que protagonizaron el ataque al Cuartel de la Montaña a las mujeres que lavaban bajo el puente de la Reina Victoria. De los pequeños que se resguardan de los ataques durante la Guerra Civil a las jovencitas que bailan en La Florida durante el día de San Antonio. Rostros, casas, parques, calles, que, asomándose a través de 230 fotografías, dibujan los rasgos del barrio de Argüelles.

Son las instantáneas que ilustran el libro ...

Hay soldados. Hay niños. Hay curas. Hay jovencitas. Pequeños y mayores. Felices y angustiados. Las caras de un barrio. Desde los guardias de asalto que protagonizaron el ataque al Cuartel de la Montaña a las mujeres que lavaban bajo el puente de la Reina Victoria. De los pequeños que se resguardan de los ataques durante la Guerra Civil a las jovencitas que bailan en La Florida durante el día de San Antonio. Rostros, casas, parques, calles, que, asomándose a través de 230 fotografías, dibujan los rasgos del barrio de Argüelles.

Son las instantáneas que ilustran el libro Madrid. Del barrio de Argüelles al Manzanares, de la historiadora María Teresa Fernández Talaya. La autora acumuló cientos de fotos sobre el barrio durante los 10 años que le llevó la elaboración de su tesis doctoral, El Real Sitio de la Florida y la Moncloa: evolución histórica. Con todo ese material en las manos, se le ocurrió la idea para este libro, que busca más el elemento vivo del barrio. "Me interesaban los personajes, qué hacían, cómo vivían", explica Fernández Talaya, miembro del Instituto de Estudios Madrileños.

"Me interesaban los personajes, qué hacían, cómo vivían", dice la autora

Es un libro más sociológico, cuenta, que explica el origen y los cambios que va sufriendo Argüelles (Moncloa-Aravaca). Así, el libro repasa tanto los inicios del barrio, que se remontan a 1856, con la primera intervención en la zona: el derribo de la muralla que cercaba la propiedad de la montaña del Príncipe Pío (actual parque que aloja el Templo de Debod); como sus posteriores configuraciones urbanas, sin olvidar las cruentas consecuencias de la Guerra Civil. "Fue uno de los barrios más golpeados de la ciudad", explica Fernández Talaya. "Estaba en primera línea de fuego del frente de la Ciudad Universitaria".

Sin embargo, "el urbanismo del barrio quedó intacto. Las calles, el parque del Oeste...". En el plano sociológico, prosigue la historiadora, tampoco hubo una transformación muy determinante. Muchos vecinos huyeron del barrio, pero la gran mayoría se mantuvo allí. Las fotos sobre la Guerra Civil son quizás las más impactantes del libro. Muestran los efectos devastadores de los bombardeos o la desesperación de los supervivientes, que tenían que buscar cualquier cosa de valor entre los escombros de sus casas. "Las imágenes de los niños durante la contienda son las que más me impactaron", afirma Fernández Talaya.

La historiadora califica el barrio como "de clase media". Tras repasar los padrones del pasado siglo "se observa que había muchos militares y médicos". Es lógico, concluye, "porque había gran cantidad de cuarteles y hospitales". Algo característico de esa época, que quizás la distingue de la actual, es que "en un mismo edificio convivían diferentes clases sociales, no había una separación por calles o zonas", cuenta. "Podía vivir una familia acomodada en la parte baja y otras más pobres en los pisos superiores".

Gran parte de las fotografías son inéditas, por lo que muchos vecinos de Argüelles verán, por primera vez, cómo era el lugar donde ahora viven y constatarán la importancia decisiva de esta zona en el desarrollo general de la ciudad. Hay un capítulo dedicado a edificios emblemáticos del barrio, como, por ejemplo, la iglesia del Buen Suceso, derribada y vuelta a construir. "Estaba en el centro, en plena calle de Princesa, y se conformó como punto de reunión", explica la autora, que recopilando fotografías de este edificio se encontró con una en la que aparece el actual Papa, Joseph Ratzinger, celebrando una misa en 1989.

El libro fue presentado el pasado miércoles por el concejal-presidente de Moncloa, Álvaro Ballarín, quien afirmó que "las ciudades las hacen las personas que las habitan", y destacó que "ese protagonismo ha sido muy bien reflejado por Fernández Talaya en su obra a través de las fotografías y de los comentarios que las acompañan".

La historiadora prepara ya otro libro sobre la capital, la ciudad donde se ha desarrollado profesionalmente. El punto de mira está ahora en Moncloa y la Ciudad Universitaria. Otro barrio. Otros paisajes, otras caras. La misma ciudad que muta.