Nueve millones de litros perdidos en pocas horas
El suministro de agua a la península del Morrazo beneficia a unos 57.000 usuarios. Parte desde la depuradora de O Casal, en Vigo, cruza la ría en un emisario de 350 milímetros de diámetro interior y entra en Moaña por la zona de O Con, para terminar en el depósito de Coiro, en Cangas. Cualquier mínimo desperfecto en esa tubería tiene graves consecuencias para el suministro en la zona norte de la ría.
La primera rotura, la del 12 de agosto, fue una pequeña fisura de 11 centímetros de longitud. Por ella se perdieron 9 millones de litros de agua en las pocas horas que se tardó en reparar l...
El suministro de agua a la península del Morrazo beneficia a unos 57.000 usuarios. Parte desde la depuradora de O Casal, en Vigo, cruza la ría en un emisario de 350 milímetros de diámetro interior y entra en Moaña por la zona de O Con, para terminar en el depósito de Coiro, en Cangas. Cualquier mínimo desperfecto en esa tubería tiene graves consecuencias para el suministro en la zona norte de la ría.
La primera rotura, la del 12 de agosto, fue una pequeña fisura de 11 centímetros de longitud. Por ella se perdieron 9 millones de litros de agua en las pocas horas que se tardó en reparar la grieta, a razón de 35 litros por segundo. El vertido equivale al consumo de agua de 42.000 usuarios durante todo un día. Durante la tercera fuga, que se prolongó durante 10 horas, se derrocharon otros tres millones de litros.
Cuatro buzos tuvieron que bajar a reparar cada una de las averías, localizadas a unos siete metros de profundidad en una zona fangosa, de muy escasa visibilidad. La concesionaria del servicio, Aqualia, resalta que además de los equipos de submarinistas, las reparaciones requieren la demolición de la camisa de poliéster inyectada de microhormigón, la limpieza de la conducción de elementos adheridos y el dragado del lecho marino en el que se encuentra semienterrado el conducto, al que se le aplica una abrazadera.