Un fin de curso en picado

Federer también cierra el año en baja forma

"Estoy feliz de que ésta sea mi última rueda de prensa del año. Ha sido una buena temporada y ya no tengo que responder más preguntas". Cuando Roger Federer se sentó ante los micrófonos, precedido por dos guardaespaldas vestidos con traje de sastrería, no habían pasado ni 10 minutos desde su derrota. El número uno, que felicitó a Nikolay Davydenko -"estoy decepcionado, pero le respeto por jugar tan bien después de que siempre le hicieran las mismas preguntas estúpidas [acerca de sus presuntos amaños]"- tenía prisa por dejar Londres.

Ha sido un año brillante para Federer, "monstru...

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"Estoy feliz de que ésta sea mi última rueda de prensa del año. Ha sido una buena temporada y ya no tengo que responder más preguntas". Cuando Roger Federer se sentó ante los micrófonos, precedido por dos guardaespaldas vestidos con traje de sastrería, no habían pasado ni 10 minutos desde su derrota. El número uno, que felicitó a Nikolay Davydenko -"estoy decepcionado, pero le respeto por jugar tan bien después de que siempre le hicieran las mismas preguntas estúpidas [acerca de sus presuntos amaños]"- tenía prisa por dejar Londres.

Ha sido un año brillante para Federer, "monstruoso" en sus propias palabras. El fin de curso, sin embargo, ha desdibujado su papel de referente: ausente de la gira asiática, perdió la final de Basilea, cayó a la primera en París y ha ganado dos de cuatro partidos en la Copa de Maestros. Son números peores que los de cualquier otro tenista de la élite, Rafael Nadal incluido. Aun así, impuso su ascendiente siempre. He aquí unos ejemplos. Federer y Andy Murray, que el jueves se desesperaba a través de su twiter -"¿alguien sabe lo que está pasando?"- porque nadie le decía si se había o no clasificado, debutaron el domingo. No fue una elección casual. Aprovechando su condición de número uno y de ídolo local, respectivamente, los dos se aseguraron un día de descanso entre su último partido del grupo y una hipotética semifinal.

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Ayer pasó algo parecido. Federer, imponiendo su púrpura, jugó la primera semifinal cuando el mejor partido se reserva para la noche, cuando se enfrentaron Robin Soderling y Juan Martín del Potro. La programación en su favor supone ahora una ventaja para Davydenko: la final, hoy, será a las 15.30 (La 2). Ayer, cuando él dormía, su rival aún estaba sobre la pista.

Roger Federer se lamenta tras un fallo.REUTERS

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