Reportaje:

Perugorría y Cruz, detrás de la cámara

Los actores de 'Fresa y chocolate' dirigen el drama erótico 'Afinidades'

Los actores cubanos Jorge Perugorría y Vladimir Cruz acaban de poner punto final al rodaje de Afinidades, el primer largometraje donde se estrenan como directores, cuando se cumplen 16 años de su despegue en Fresa y chocolate. La famosa película de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío fue "el inicio de todo", y ahora el ciclo se cierra con este filme. Aborda los intercambios de parejas, pero es más que una simple historia picante. "Puestos a calificarla, sería un drama erótico-psicológico", dicen con complicidad.

Han sido tres semanas de filmación en la Ciénaga de Zapa...

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Los actores cubanos Jorge Perugorría y Vladimir Cruz acaban de poner punto final al rodaje de Afinidades, el primer largometraje donde se estrenan como directores, cuando se cumplen 16 años de su despegue en Fresa y chocolate. La famosa película de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío fue "el inicio de todo", y ahora el ciclo se cierra con este filme. Aborda los intercambios de parejas, pero es más que una simple historia picante. "Puestos a calificarla, sería un drama erótico-psicológico", dicen con complicidad.

Han sido tres semanas de filmación en la Ciénaga de Zapata (exteriores) y otras tres en la localidad habanera de Santa Fe (interiores). Se les ve satisfechos aunque cansados. Ser protagonista y director es complicado, pero si son dos los actores-codirectores el enredo es de envergadura. "Todo fue bien. Como actores empezamos con una codirección y ahora igual como realizadores...", aseguran. Afinidades comenzó hace unos años, cuando Cruz escribió el guión tras leer Música de cámara, novela del escritor cubano Reinaldo Montero. David y Diego, sus papeles en Fresa y chocolate, se dijeron: "¿Y por qué no la dirigimos nosotros?".

La película trata del intercambio de parejas y de cómo manipula el poder

En la ficción Perugorría es el gerente de una empresa cubana que va a convertirse en asociación mixta, y su pareja es una abogada española (la actriz andaluza Cuca Escribano). Cruz encarna a un físico que trabaja en la misma compañía y puede perder el puesto, quien anima a su novia -la debutante actriz cubana Gabriela Griffith- a participar en un anguloso juego sexual. Los cuatro van a pasar un fin de semana a un lugar paradisíaco y allí, en 48 horas, transcurre la acción.

"Afinidades es una película de personajes", dicen. Sus secuencias tórridas -que abundan- son el motor de una historia que pretende ahondar en lo que ocurre cuando se traspasan ciertos límites. Al tiempo reflexiona en la capacidad de manipulación del poder y otras miserias del mundo moderno. "Pese a estar en un lugar mágico y tener todas las opciones sexuales, estas personas no logran escapar de su infelicidad", afirman. "Es la alienación a que conduce la sociedad de hoy y la incertidumbre ante el futuro".

Esta coproducción cubana con Hispafilms no es sólo caliente por sus secuencias de cama. Ni parece que vaya a pasar a la historia como un simple "experimento" de Perugorría y Cruz. Ambos han dirigido varios cortos y documentales; ahora parecen decididos a dar el doble salto mortal que nunca imaginaron: de Fresa y chocolate al riesgo del cine total, con Afinidades como primer asalto.

Gabriela Griffith, entre Vladimir Cruz (izquierda) y Jorge Perugorría, en Afinidades.IGNACIO BARRIOS
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