Cosa de dos

Impuestos

Solemos ser injustos con el entorno futbolero. Muchos creen que entre los directivos del fútbol abundan los exhibicionistas, los arribistas y los farsantes. Por lo que se ve estos días, sin embargo, se trata en realidad de una comunidad esforzada y de alto nivel académico. En cuanto el Gobierno ha planteado subir los impuestos a las estrellas extranjeras, del 24% al 43%, igualándolas a las estrellas españolas, los jefes del fútbol han invocado la curva de Laffer. Para que luego digamos que no saben nada.

El economista Arthur Laffer teorizó que en cuanto los impuestos ascendían hasta un ...

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Solemos ser injustos con el entorno futbolero. Muchos creen que entre los directivos del fútbol abundan los exhibicionistas, los arribistas y los farsantes. Por lo que se ve estos días, sin embargo, se trata en realidad de una comunidad esforzada y de alto nivel académico. En cuanto el Gobierno ha planteado subir los impuestos a las estrellas extranjeras, del 24% al 43%, igualándolas a las estrellas españolas, los jefes del fútbol han invocado la curva de Laffer. Para que luego digamos que no saben nada.

El economista Arthur Laffer teorizó que en cuanto los impuestos ascendían hasta un cierto nivel, la opresión fiscal deprimía la actividad económica y, al generarse menos riqueza, el Estado acababa ingresando menos que antes. Eso es la llamada curva de Laffer. Ronald Reagan se escudó en Laffer para bajar los impuestos en cuanto llegó a la Casa Blanca. En teoría, la economía había de expandirse y, con ella, la recaudación fiscal. Nada de eso ocurrió. Sólo se consiguió aumentar el déficit público.

La teoría del fútbol va más allá de Laffer. Si las estrellas extranjeras tienen que pagar más impuestos, dicen los teóricos de la Liga Profesional, se irán a otros países; la competitividad de los clubes españoles bajará, y con ella el interés del público, que dejará de ver los partidos por televisión; y las empresas televisivas, que son las que financian buena parte del fútbol, sufrirán una grave merma en sus balances: una ruina para dos de los grandes negocios nacionales, y menos recaudación fiscal.

Podría ser. También podría ser que no. Las sociedades futbolísticas y las televisiones tienen una gran capacidad de endeudamiento, sean cuales sean los impuestos. Por otra parte, lo de la fuga de futbolistas parece improbable: salvo que vayan a jugar a Grecia, o a las islas Caimán, pagarán más que en España. Por último, y dejando de lado el agravio comparativo al que Hacienda ha sometido a los futbolistas españoles en estos últimos años, habría que tener en cuenta algo más: el mejor espectáculo televisivo que ha ofrecido el fútbol en el presente ejercicio fue protagonizado por la Agrupación Deportiva Alcorcón, cuyo jugador más lujoso cobra 36.000 euros brutos al año. Calculo que pagará unos 4.500 en IRPF. Y ya ven.

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