"Nosotros lo echamos porque no nos fiábamos"

"Lo conocemos bien. Por cierto, nosotros lo echamos del partido porque no nos fiábamos de su honestidad". Así se refirió ayer el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, a Rafael Blasco, la pieza más llamativa en la remodelación del PP valenciano ejecutada por Francisco Camps. El líder socialista abandonó unos minutos la reunión de la ejecutiva nacional de su partido para ofrecer a los medios de comunicación su opinión sobre los cambios en el PP y en el grupo parlamentario popular que, de rebote, afectan a la composición de la mesa de las Cortes Valencianas. Unos cambios en los que Blas...

"Lo conocemos bien. Por cierto, nosotros lo echamos del partido porque no nos fiábamos de su honestidad". Así se refirió ayer el secretario general del PSPV-PSOE, Jorge Alarte, a Rafael Blasco, la pieza más llamativa en la remodelación del PP valenciano ejecutada por Francisco Camps. El líder socialista abandonó unos minutos la reunión de la ejecutiva nacional de su partido para ofrecer a los medios de comunicación su opinión sobre los cambios en el PP y en el grupo parlamentario popular que, de rebote, afectan a la composición de la mesa de las Cortes Valencianas. Unos cambios en los que Blasco, expulsado del PSPV-PSOE en 1990 tras un escándalo de corrupción que acabó archivado por los tribunales, pasa a ejercer al mismo tiempo como consejero de Inmigración y como portavoz parlamentario de los populares.

Blasco es "un experto en eludir la acción de la justicia", dice Luna

"Ha perdido toda capacidad de acción propia", dijo Alarte de Camps. "Ya no funciona en relación a los intereses de los valencianos y las valencianas sino a las órdenes del señor Rajoy". Tras calificar de "componendas" los cambios en el PP, Alarte reiteró que "Camps es letal para la sociedad valenciana, hipoteca su futuro y la salida de la crisis". Para el dirigente socialista, la reorganización del PP denota "improvisación y sometimiento a las necesidades del señor Rajoy".

En términos parecidos se había pronunciado por la mañana el portavoz parlamentario socialista, Ángel Luna, que destacó la idea de confusión -"¿Quién coordina qué y en calidad de qué en el PP?", se preguntó-, así como la improvisación: "Hace apenas unos meses Antonio Clemente fue nombrado vicepresidente primero. Ahora es otro. El portavoz de hace 15 días va a dejar de serlo...". Expresó también Luna su preocupación por el grado de confusión entre Gobierno y Parlamento en la manera de funcionar de Camps. "Nombra a un conseller portavoz del grupo, lo que es realmente insólito en una democracia parlamentaria", comentó en alusión a Blasco, y aventuró que "Camps sabe que tendrá más problemas con la justicia. Por eso se ha buscado a un experto en tener problemas con la justicia, en eludir la acción de la justicia y manejarse en unos terrenos resbaladizos que bordean la legalidad. Camps ha buscado un experto en este tipo de operaciones".

En la crítica al papel de Blasco coincidieron los otros grupos de la oposición. "Que compagine la portavocía del PP con su cargo de conseller vulnera las reglas básicas de la democracia", señaló la diputada de Iniciativa y portavoz de Compromís pel País Valencià, Mònica Oltra, que añadió que "quien realiza estos cambios, Francisco Camps, es el primero que debería marcharse porque él es el responsable del problema de la corrupción". Enric Morera, líder del Bloc y diputado de Compromís, dijo que "Camps ha mezclado partido, Gobierno y Parlamento, pero continúa sin ofrecer transparencia". Marga Sanz, de Esquerra Unida, por otra parte, afirmó que los cambios realizados por Camps en el PP "son una mera operación de maquillaje".