El Auditorio de Galicia cumple 20 años con la voz de Ute Lemper

El Auditorio de Galicia, en Santiago, celebró este jueves su vigésimo aniversario con un concierto extraordinario de la Real Filharmonía de Galicia, dirigida por su principal director invitado, Paul Daniel, que acompañaron, junto al grupo vocal Die Singphoniker, a Ute Lemper. Artista integral -cantante, actriz, bailarina y pintora-, Lemper dejó en Compostela una generosa muestra de su arte y de por qué es considerada en todo el mundo una personalidad única en su género.

En la primera parte del concierto interpretaron Los siete pecados capitales, de Kurt Weill. El autor alemán tie...

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El Auditorio de Galicia, en Santiago, celebró este jueves su vigésimo aniversario con un concierto extraordinario de la Real Filharmonía de Galicia, dirigida por su principal director invitado, Paul Daniel, que acompañaron, junto al grupo vocal Die Singphoniker, a Ute Lemper. Artista integral -cantante, actriz, bailarina y pintora-, Lemper dejó en Compostela una generosa muestra de su arte y de por qué es considerada en todo el mundo una personalidad única en su género.

En la primera parte del concierto interpretaron Los siete pecados capitales, de Kurt Weill. El autor alemán tiene en Lemper una intérprete de excepción y pocos como ella pueden dar testimonio de su obra. La dualidad de caracteres de Anna I y Anna II -en realidad una sola mujer dividida por las circunstancias de su vida nómada- fue soberbiamente representada por Lemper, siempre con el reflejo de Die Sigphoniker.

La segunda parte se abrió con Fanfarrias para unha calebración, obra escrita para la ocasión por el titular de la Filharmonía, Antoni Ros Marbà. La pieza contiene, en su brevedad, mucha más inspiración y conocimiento profundo del sonido de la orquesta que lo que reconoce la humildad de su autor, quien dedicó la obra al público y al Auditorio con un breve texto leído personalmente en gallego.

Luego, todo el poder de seducción de Ute Lemper interpretando a Weill elevó el éxito del concierto a la categoría de una verdadera celebración colectiva, en la que el público participó con encendidas ovaciones tras cada interpretación. Y allí pudo saborear la ironía de The saga of Jenny, todos los matices de la habanera-tango Youkali y la triste sonrisa de J'attends un navire, en el más genuino espíritu del cabaret alemán de entre guerras, letras de Bertolt Brecht incluidas. Antes de esta última canción, Daniel y la Filharmonía plasmaron el misterio y la alegría festiva de La belle excentrique, la personalidad inigualable de Erik Satie.

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