El Popular aspira al negocio que dejen las cajas

Todos los banqueros lo esperan, pero hasta ahora ninguno lo había dicho. El director general Corporativo y de Finanzas del Popular, Jacobo González-Robatto, advirtió ayer que la entidad intentará aprovechar los huecos que dejen las cajas enfrascadas en las fusiones.

"Las cajas no pueden ampliar capital, por lo que tendrán que reducir activos. Vamos a intentar ocupar los huecos que dejen por tener menos solvencia o menos ganas", admitió. González-Robatto no reveló si están quitando negocio a Caja Madrid por el conflicto que vive, pero reconoció que habían ganado cuota en la capital, segú...

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Todos los banqueros lo esperan, pero hasta ahora ninguno lo había dicho. El director general Corporativo y de Finanzas del Popular, Jacobo González-Robatto, advirtió ayer que la entidad intentará aprovechar los huecos que dejen las cajas enfrascadas en las fusiones.

"Las cajas no pueden ampliar capital, por lo que tendrán que reducir activos. Vamos a intentar ocupar los huecos que dejen por tener menos solvencia o menos ganas", admitió. González-Robatto no reveló si están quitando negocio a Caja Madrid por el conflicto que vive, pero reconoció que habían ganado cuota en la capital, según dijo durante la presentación de las cuentas trimestrales.

El Popular ganó 651 millones hasta septiembre, un 32,1% menos, debido a la menor actividad y las fuertes provisiones realizadas. Sin extraordinarios, el resultado habría caído el 6%.

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El Popular cree que ha pasado lo peor de la crisis, pero se está pertrechando como si viniera el diluvio. Ha duplicado las provisiones hasta 1.223 millones y ha ampliado capital hasta el 7,37%. Aunque la morosidad se está frenando, todavía tiene ratios altos: el 4,63%. Su cobertura no es holgada: el 45% sobre los activos dudosos.

González-Robatto dijo que esperan perder el 32% de los activos en mora, que ascienden a 5.240 millones. La entidad se ha comprometido a cerrar el ejercicio con menos del 5,5% de morosidad.

En cuanto a los nuevos requerimientos que exigirá el Banco de España para los inmuebles adquiridos como pago de deudas, este ejecutivo dijo que no tenían calculado el efecto. "No es que sea bienvenida, pero es asumible", advirtió. Respecto a la guerra de pasivo, dijo que está cediendo y que el crédito todavía no crecerá con fuerza.

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