El Ibex 35 no puede con los 11.900 puntos
La tenacidad de algunos inversores para intentar llevar al Ibex 35 a nuevos máximos anuales compite abiertamente con la facilidad con que otros aprovechan esa altura de las cotizaciones para deshacer posiciones sobre la marcha.
La Bolsa española se ha convertido así en un modelo de volatilidad, no porque su orientación sea muy diferente de la del resto de las plazas europeas, sino porque amplifica con gran facilidad cualquier movimiento o noticia.
El Ibex 35 consiguió en esta última sesión alcanzar los 11.960,40 puntos con una subida del 1,11%, nuevo máximo anual intradía,...
La tenacidad de algunos inversores para intentar llevar al Ibex 35 a nuevos máximos anuales compite abiertamente con la facilidad con que otros aprovechan esa altura de las cotizaciones para deshacer posiciones sobre la marcha.
La Bolsa española se ha convertido así en un modelo de volatilidad, no porque su orientación sea muy diferente de la del resto de las plazas europeas, sino porque amplifica con gran facilidad cualquier movimiento o noticia.
El Ibex 35 consiguió en esta última sesión alcanzar los 11.960,40 puntos con una subida del 1,11%, nuevo máximo anual intradía, pero la indecisión que apuntaba la Bolsa de Nueva York tras su apertura abrió el grifo del papel y terminó perdiendo el 0,75% y en 11.739,80 puntos. Esta vez las órdenes de venta se centraron más en los grandes valores, de los que sólo se salvó BBVA, y así el índice de los valores medianos subió el 0,33% y el de los pequeños el 0,27%.
La mayoría de los mercados de valores de la eurozona terminó la sesión con ligeros descuentos, mientras que la Bolsa de Londres conseguía cerrar en positivo, con un avance del 0,68%.
La Bolsa de Nueva York, que abrió con un discreto avance gracias a los resultados de Microsoft y de Amazon, pronto se vino abajo en un movimiento que la mayoría consideraba como una prudente retirada ante la poca consistencia que ofrece aquel mercado por encima de los 10.000 puntos. El Dow Jones perdió un 1,08%.
Los datos económicos publicados ayer eran dignos de mejor interpretación, pero el día no estaba para celebraciones después de una semana tan agitada. El dato de actividad económica de la eurozona consolidó sus avances anteriores, mientras que la confianza empresarial continúa creciendo en Alemania. Al otro lado del Atlántico era la venta de viviendas de segunda mano, con un crecimiento del 9,4% en septiembre, la que no lograba animar a los inversores a considerar la opción de una mejor situación económica.
Al final, el Ibex 35 consigue ganar el 0,54% en la semana, pero sin cerrar ni una sola vez por encima del nivel de los 11.900 puntos, a pesar de haberlo superado en cuatro ocasiones. Esta vez, por lo menos, la contratación mejoró hasta superar los 4.000 millones de euros en el Mercado Continuo.