El Gobierno sólo financiará el nuevo San Mamés si incluye "usos públicos"

Mendia advierte de que en caso contrario "no habrá dinero" del Ejecutivo

El Gobierno se plantó ayer, tras la presentación la víspera del proyecto del nuevo estadio de San Mamés, en el que participó un representante del Ejecutivo, y advirtió de que sólo librará fondos públicos para el proyecto si se garantiza también en las instalaciones unos usos públicos, que no precisó. "Si no nos ponemos de acuerdo sobre ese uso público, no habrá dinero del Gobierno vasco", anunció tajante la consejera portavoz, Idoia Mendia, al término del Consejo de Gobierno de ayer y después de que el alcalde de Bilbao dijera en el acto del lunes que la finalidad de los otros espacios del fu...

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El Gobierno se plantó ayer, tras la presentación la víspera del proyecto del nuevo estadio de San Mamés, en el que participó un representante del Ejecutivo, y advirtió de que sólo librará fondos públicos para el proyecto si se garantiza también en las instalaciones unos usos públicos, que no precisó. "Si no nos ponemos de acuerdo sobre ese uso público, no habrá dinero del Gobierno vasco", anunció tajante la consejera portavoz, Idoia Mendia, al término del Consejo de Gobierno de ayer y después de que el alcalde de Bilbao dijera en el acto del lunes que la finalidad de los otros espacios del futuro reciento que no son el campo propiamente dicho es la de aportar "varilla, money" al club.

El Gobierno emplaza a García Macua a cumplir su acuerdo con López

El Gobierno envió ayer mismo una carta al presidente del Athletic, Fernando García Macua, recordándole que bajo esa condición aceptó del lehendakari, en la reunión que mantuvo con él 18 de septiembre, entrar en la financiación del proyecto. Según la portavoz, López y García Macua "estuvieron de acuerdo en que la gestión, explotación y utilización de la instalación sería pública", con la salvedad de las necesidades deportivas del club. El Gobierno exige el cumplimiento de ese compromiso.

El Ejecutivo de López ha entrado forzado desde el principio en el proyecto. Primero fue una de las exigencias que le planteó, en su primera reunión oficial, el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, auténtico capitalizador del proyecto. Hasta el punto de que la presentación de la maqueta se realizó en la Diputación y no, como habría encontrado más lógico el Gobierno, en la sede del Athletic, Ibaigane. Las reservas del Ejecutivo se toparon luego con la entrada en escena de sus socios del PP. La pinza entre Bilbao y el presidente del PP, Antonio Basagoiti, abogando por la presencia del Gobierno, le atenazó y empujó a comprometerse con el nuevo estadio, al que finalmente accedió a contribuir con 55 millones.

La portavoz lamentó ayer que los demás implicados en el proyecto estén colocando ante la opinión pública el beneficio económico para un club privado por encima del uso público de la nueva infraestructura deportiva. La carta remitida a García Macua recuerda al presidente del club que la aportación económica del Gobierno está "condicionada" al cumplimiento de su compromiso con Patxi López. "Por decirlo con toda claridad, sólo habrá dinero para este proyecto si se respeta el acuerdo entre el lehendakari y el presidente del Athletic", advirtió. El Gobierno quiere que, dejando a salvo las necesidades deportivas del Athletic, el Ejecutivo y el resto de los financiadores públicos del proyecto se pongan de acuerdo en las "actividades permanentes" que deban llevarse a cabo en la instalación. Se trata, dijo Mendia, "de rentabilizar al máximo en beneficio de la ciudadanía la inversión pública que las instituciones van a realizar".

Lo llamativo es que la advertencia del Gobierno se produjo un día después de la presentación pública del proyecto. La portavoz no aclaró si el mismo lunes se produjo algún desencuentro, más allá de las declaraciones de Azkuna.

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Su intervención de ayer tenía la finalidad, según dijo, de precisar lo que, a la vista de algunas "declaraciones posteriores a la reunión del lehendakari con el presidente del Athletic" parece que no quedó claro para todos los implicados: que cuando un proyecto se financia con fondos públicos, la prioridad no es que la entidad privada, en este caso un club de fútbol privado, obtenga el máximo beneficio económico "sino el aprovechamiento público" de lo que se paga con el dinero de todos.

Una foto muy velada

"La subvenciones públicas a un ente privado no resultan muy estéticas". La frase pertenece a José Luis Bilbao, diputado general de Vizcaya y principal impulsor del nuevo San Mamés, que la pronunció en la presentación de la maqueta del nuevo estadio. La frase es algo así como el catecismo de los circunloquios que cada entidad pública ha tenido que hacer para explicar por qué se integra en San Mamés Barria, la entidad que construirá y será la dueña del nuevo campo.

José Luis Bilbao resolvió su dilema amparándose en que San Mamés Barria es una sociedad pública, donde la BBK está por esa vieja máxima de que tiene que estar. El Ayuntamiento dudó hasta que le cuadró el mecano urbanístico tras varias peleas con el Athletic. La patata más cliente estaba en el Gobierno. A medida que el foco geográfico se amplía, las decisiones se ven más borrosas. Y el alcalde de Bilbao le ha metido el dedo en el ojo al decir que la infraestructura es para que el Athletic "saque varilla". El Gobierno quiere usos públicos, aunque no sabe realmente en qué se materializan (oficinas de federaciones, CAR, lo que sea); el Ayuntamiento, que el Athletic recaude, el club, que le hagan un estadio. La pregunta es obvia: si San Mamés Barria no está acabada y los socios discrepan sobre la utilidad de la infraestructura, ¿para qué se presentó oficialmente?

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