Al jazz desde el flamenco
Ya Antonio Najarro mostró su inquietud creativa desde sus primeros y más tímidos trabajos. Ahora, al frente de su propia agrupación, se lanza a aventuras comprometidas donde pone en liza su experiencia como bailarín (estuvo en el Ballet Nacional cuando lo dirigía Aída Gómez y bailó en los Ballets Españoles de José Antonio). Y es evidente que ha recogido de esos inmejorables maestros tanto el tino en el estilo como el sentido del trabajo grupal. Así le veremos en el Teatro de Madrid (hasta el 4 de octubre), con música en directo dirigida por Fernando Egozcue, que asocia al baile desde ...
Ya Antonio Najarro mostró su inquietud creativa desde sus primeros y más tímidos trabajos. Ahora, al frente de su propia agrupación, se lanza a aventuras comprometidas donde pone en liza su experiencia como bailarín (estuvo en el Ballet Nacional cuando lo dirigía Aída Gómez y bailó en los Ballets Españoles de José Antonio). Y es evidente que ha recogido de esos inmejorables maestros tanto el tino en el estilo como el sentido del trabajo grupal. Así le veremos en el Teatro de Madrid (hasta el 4 de octubre), con música en directo dirigida por Fernando Egozcue, que asocia al baile desde soul, al blues y un flamenco de raíz vernácula concomitante al jazz, ligados sobre las tablas a través de un baile energético y de pulsación coral.
Najarro ya fue al Festival de Jazz de Montreal hace unos años y tuvo una excelente acogida. Jaleado por este encuentro, se lanzó a la redacción de Jazzing Flamenco, trabajo que quiere acercar, fuera de tópicos, el ritmo del jazz medular y el ballet flamenco de nuevo cuño, y que volvió a triunfar en Canadá la pasada temporada. Es así que la pieza se rige por la estructura de suite, sin argumento, alternando solos y dúos donde el propio director hace las voces solistas con cuadros de compañía en los que se impone una dinámica de gusto contemporáneo.