Los inversores se toman un pequeño respiro
Los mercados de valores occidentales vivieron ayer una sesión huérfana de indicadores económicos relevantes, lo que dejó a los inversores a merced de su intuición. Los máximos alcanzados el pasado viernes a cuenta de unos datos de empleo medianamente positivos se veían ayer como una pequeña exageración que, no obstante, ha servido para medir la consistencia de la actual coyuntura.
El Ibex 35 cedió el 0,22% en esta última jornada, pero mantiene el nivel de los 10.900 puntos sin grandes problemas, aunque en algunos momentos llegó a perder el 0,91% y los 10.850 puntos. Los valores medianos...
Los mercados de valores occidentales vivieron ayer una sesión huérfana de indicadores económicos relevantes, lo que dejó a los inversores a merced de su intuición. Los máximos alcanzados el pasado viernes a cuenta de unos datos de empleo medianamente positivos se veían ayer como una pequeña exageración que, no obstante, ha servido para medir la consistencia de la actual coyuntura.
El Ibex 35 cedió el 0,22% en esta última jornada, pero mantiene el nivel de los 10.900 puntos sin grandes problemas, aunque en algunos momentos llegó a perder el 0,91% y los 10.850 puntos. Los valores medianos del mercado consiguieron un avance del 0,31%, mientras que los pequeños destacaron con una subida del 0,70%.
La gran importancia que está adquiriendo la evolución del empleo en Estados Unidos en las últimas semanas hizo que los inversores se fijaran en el índice de tendencia del empleo del mes de julio. Normalmente, este indicador apenas se tiene en cuenta pero, al igual que los índices adelantados de actividad económica, sirve para evaluar la posible tendencia a corto plazo de una variable, en este caso el empleo, que en julio no se movió y que, por tanto, apuntala la idea de que se está tocando fondo en la destrucción de puestos de trabajo.
Los inversores son conscientes de que están apostando por la posibilidad de que unos indicadores dejen de ser negativos. Una vez conseguida esa meta, puede producirse una especie de vacío que difícilmente llenarán unas economías cuya capacidad de recuperación está hipotecada a la creación de empleo. Los analistas insisten en este punto, sobre todo los estadounidenses, donde el consumo representa hasta dos tercios de la actividad económica.
Por lo demás, esta sesión fue, para el mercado de valores español, una prueba para medir la disposición de los inversores particulares. En este sentido, puede afirmarse que compradores y vendedores compitieron por ser los más remolones, aunque los mínimos del día consiguieron romper esa monotonía con algunas compras puntuales.
La contratación en el Mercado Continuo fue prácticamente la mitad que la del pasado viernes, con 1.739,99 millones de euros. En el mercado abierto se negociaron 1.205,75 millones de euros, con casi el 60% concentrado en los tres grandes valores.