¿Dónde está mi autobús?

En la plaza del Callao, Lucio trota alegremente de parada en parada. "Señora, señora, esta parada está suspendida", le dice a una viejecita vestida de domingo. "Uy, no me diga. ¿Y dónde está mi parada?". "En la calle de San Bernardo, señora". Y la mujer se va aventurada en busca de la nueva marquesina.

Desde ayer los autobuses con cabeceras en la plaza del Callao y la calle de Preciados se han trasladado de lugar por las obras de peatonalización que el Ayuntamiento lleva cabo en la zona.

Las líneas afectadas son la 75, 146, 147, 148, 44 y 133. El Consistorio ha llevado las marque...

En la plaza del Callao, Lucio trota alegremente de parada en parada. "Señora, señora, esta parada está suspendida", le dice a una viejecita vestida de domingo. "Uy, no me diga. ¿Y dónde está mi parada?". "En la calle de San Bernardo, señora". Y la mujer se va aventurada en busca de la nueva marquesina.

Desde ayer los autobuses con cabeceras en la plaza del Callao y la calle de Preciados se han trasladado de lugar por las obras de peatonalización que el Ayuntamiento lleva cabo en la zona.

Las líneas afectadas son la 75, 146, 147, 148, 44 y 133. El Consistorio ha llevado las marquesinas de estas dos últimas a la calle de San Bernardo. El resto de autobuses partirá de la calle de Jacometrezo, a excepción de los de la línea 146 en sentido Los Molinos, que saldrán de la esquina de Gran Vía con San Bernardo.

El servicio nocturno, el 'búho', modifica su horario los fines de semana

Un polo verde con el bordado de la EMT delata la misión de Lucio: orientar a los despistados. Es uno de los nueve informadores que la empresa de transportes ha puesto a disposición de los viajeros porque, como dice su jefe, "parece que los carteles están de adorno porque todo el mundo pregunta".

El cambio, aunque engorre a algunos, se limita a unos cuantos pasos. "Bueno, los viajeros de la 44 y la 133 se están quejando más porque se les manda un poco más lejos", comenta Antonio Morgado, el jefe de calle, que al pie del cañón supervisa a su equipo de raudos informadores. "Es lo que hay", dice una señora que pasaba por allí.

"Espera, que se me acumula el trabajo", se disculpa Lucio mientras corre a la caza de cuatro ciudadanos que miran al cielo. Amablemente les da toda indicación posible y hasta conversación. "Con lo cómoda que era esta parada", se queja Elena Carrillo, una joven que siempre va de compras a Preciados. "¿Pero tú sabes la cantidad de cafeterías que tienes en la calle de Jacometrezo? Con terraza y todo", le anima Lucio.

Los madrileños deben de estar curados de espantos, porque, a pesar de tanta obra, tráfico, semáforos descacharrados y sol sin misericordia no se quejan, sólo se les escapa algún farfullo por lo bajo. "Pues si es lo mismo, ¿qué le vamos a hacer si nos mandan para allá?", dice Claudia encaminada a la esquina de Gran Vía con San Bernardo en busca del 44. "Yo supongo que todo esto será para mejor", suspira la mujer. Pero éste no es el único cambio en el mundo del autobús. A partir de esta noche el servicio nocturno, los búhos, cambia su horario los viernes, sábados, domingos y víspera de festivos.

Las modificaciones son mínimas, pero conviene saber que durante el mes de agosto la primera salida de todos los autobuses desde la plaza de Cibeles se retrasará 20 minutos. Es decir, que, en lugar de arrancar a las 23.45 como era habitual, lo hará a las 0.05. Por lo demás, los viajeros sólo sufrirán un retraso de cinco minutos más entre la llegada de uno y otro vehículo, en total 25 minutos.

Por último, mañana se suspenderá el servicio de la línea 6 de metro entre las estaciones de Cuatro Caminos y Legazpi por el comienzo de la cuarta fase de las obras de mejora y sustitución de la catenaria.

Como viene siendo habitual, el Ayuntamiento dispondrá de un servicio especial y gratuito de autobuses que coincida con las paradas de la línea.