Un interiorismo de brillos y sorpresas

Sólo por estar donde está, en el mismísimo paseo de Gracia, muy cerca de su intersección con la Gran Vía, el nuevo hotel del grupo Hotusa suscita un interés creciente entre los forofos del diseño a buen precio. No en vano, su ambientación interior ha sido confiada al arquitecto catalán Xavier Claramunt, autor de dos hoteles emblemáticos como el Hospes Maricel, en Mallorca, y el Chic & Basic Born, en Barcelona, además del insólito proyecto Galactic Suites, que debería orbitar alrededor de la Tierra en 2012. El modernismo a su alre...

Sólo por estar donde está, en el mismísimo paseo de Gracia, muy cerca de su intersección con la Gran Vía, el nuevo hotel del grupo Hotusa suscita un interés creciente entre los forofos del diseño a buen precio. No en vano, su ambientación interior ha sido confiada al arquitecto catalán Xavier Claramunt, autor de dos hoteles emblemáticos como el Hospes Maricel, en Mallorca, y el Chic & Basic Born, en Barcelona, además del insólito proyecto Galactic Suites, que debería orbitar alrededor de la Tierra en 2012. El modernismo a su alrededor, desde la Casa Batlló hasta la Pedrera, ha inspirado parte de la teatralidad que ofrece el hotel de día y de noche con sus amebas pintadas en las paredes, sus huevos fucsias convertidos en sillones, las lámpvertidos en sillones, las lámparas neobarrocas plantadas sobre la mesa de los dormitorios, el gresite en colores vivos de los cuartos de baño, la integración de éstos en la habitación... Puede que no guste a todos, pero desde luego no deja indiferente a nadie.

Un enorme 'jacuzzi'

Como en los viejos hostales, la recepción se encuentra en la primera planta, contigua a la zona de comedor, donde se sirven unos bufés de desayuno algo precarios. El servicio es aplicado con los huéspedes, nada empalagoso a la hora de interpretar su rol estético dentro y fuera de esta tramoya. De noche, las zonas comunes del hotel adquieren un aire más dramático gracias al control que ejerce la iluminación sobre cada uno de los detalles. Especialmente relevante es el ambiente de la terraza, situada en el quinto piso, toda cubierta de teca y demediada por un enorme jacuzzi con vistas al chaflán de La Equitativa.

Fieles al espíritu provocador y conceptual de Claramunt, las habitaciones proponen una distribución abierta de lavabo, bañera y alcoba integrados en el mismo espacio, entre suelos y paredes de mosaico rojo y lila, mobiliario blanco y plateado, bañeras de bordes redondeados y murales fotográficos o reproducciones modernistas pixeladas como cabeceros de cama. El juego estético sería redondo si no fueran tan incómodos los cilindros bacina, que exigen un uso cuidadoso de la grifería en evitación de salpicaduras e inundaciones. O si hubiera sitio donde depositar el neceser de viaje... Al menos son amplias y razonablemente luminosas, sobre todo, las nueve dobles con terraza exterior y la suite del atrio