"Sin diálogo no hay música"

Pablo González, el nuevo titular de la OBC, apela a la calidad de los músicos para elevar su rendimiento

Con pinta de sabio despistado, amplia frente despejada, pelo rizado en desorden, gafas redondas y un leve tic en el ojo derecho, se presentó ayer a los medios de comunicación Pablo González (Oviedo, 1975), el nuevo director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), que asumirá su cargo a partir de la temporada 2010-2011 por un periodo, según contrato firmado, de cinco años con posible revisión a los tres.

Pinta de despistado, sí, pero exhibiendo notables dotes de diplomacia, porque lo primero que hizo Pablo González -la OBC es su primera orquesta como...

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Con pinta de sabio despistado, amplia frente despejada, pelo rizado en desorden, gafas redondas y un leve tic en el ojo derecho, se presentó ayer a los medios de comunicación Pablo González (Oviedo, 1975), el nuevo director titular de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), que asumirá su cargo a partir de la temporada 2010-2011 por un periodo, según contrato firmado, de cinco años con posible revisión a los tres.

Pinta de despistado, sí, pero exhibiendo notables dotes de diplomacia, porque lo primero que hizo Pablo González -la OBC es su primera orquesta como director titular- fue radiografiar a la orquesta con certera y fina sentencia: "No empezaré con ese momento clásico de todo nuevo titular que dice: 'Voy a mejorar el nivel de la orquesta'. Evidentemente, no renuncio a que el nivel sea más alto, es lo que todo director quiere, pero las prioridades son otras. La calidad de los músicos de la OBC está por encima de su rendimiento como conjunto. En consecuencia, debo priorizar el trabajo en grupo".

Soprendentemente inoculado con el virus del sentido común, lanzó González una apuesta por la concordia. "Sin diálogo no hay música", sentenció, y afirmó que llega a la OBC dispuesto a asumir responsabilidades y tomar decisiones, pero sobre todo a crear un clima de concordia y a escuchar a todo el mundo. "Los directores siempre llegan a las orquestas con grandes ideas, pero pocas veces se tiene en cuenta el material humano", dijo en referencia a los músicos en su calidad personas.

Y animó a los instrumentistas de la OBC a diversificar su actividad. "Es esencial volver a la música de cámara para que la orquesta pueda ser independiente. El director debe ser el líder, pero la orquesta no debe ser dependiente del director", concluyó, y aseguró que revisará los servicios de trabajo de la orquesta para que la música de cámara esté presente en su actividad.

En el año que le falta para asumir la dirección musical de la OBC, Pablo González trabajará para conocer mejor a la orquesta y a sus músicos, así como a los compositores catalanes -de los que dijo conocer sólo a Xavier Monsalvatge, Robert Gerhard, Joan Guinjoan y Agustí Charles- y la realidad cultural de Cataluña. Y señaló que en septiembre de 2010 fijará su residencia en Barcelona.

Pablo González.CONSUELO BAUTISTA
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