Las tarjetas ya no echan humo

Primer día de rebajas en grandes almacenes sin carreras ni empujones

Las rebajas que empezaron ayer en Preciados tuvieron algo de peculiar. En vez de amas de casa corriendo para ver quién se llevaba la primera ganga, la calle se llenó de adolescentes que chillaban como si estuvieran en un concierto. Y es que el cantante Carlos Baute fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la ya tradicional apertura de puertas de las rebajas de verano de unos grandes almacenes. Cortó la cinta, se abrieron las puertas, y comenzaron de manera oficial las rebajas. Aunque la mayoría de las tiendas ya había empezado a bajar sus precios el pasado día 21.

Los carteles...

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Las rebajas que empezaron ayer en Preciados tuvieron algo de peculiar. En vez de amas de casa corriendo para ver quién se llevaba la primera ganga, la calle se llenó de adolescentes que chillaban como si estuvieran en un concierto. Y es que el cantante Carlos Baute fue el encargado de dar el pistoletazo de salida a la ya tradicional apertura de puertas de las rebajas de verano de unos grandes almacenes. Cortó la cinta, se abrieron las puertas, y comenzaron de manera oficial las rebajas. Aunque la mayoría de las tiendas ya había empezado a bajar sus precios el pasado día 21.

Los carteles anunciaban descuentos de hasta el 50% y se prevé que lleguen al 70%, la oferta más agresiva, dicen los comerciantes, de la última década. Aún así, durante el primer día el número de clientes era similar al de años anteriores, aseguraban muchos empleados.

Muchas tiendas ya habían comenzado los descuentos el pasado día 21
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No hubo carreras ni empujones como en otras temporadas, y hasta media mañana los comercios no empezaron a llenarse de buscadores de ofertas. "Me he gastado unos 200 euros, ya no me puedo gastar más en todo el verano", decía Víctor del Cacho, un cliente de 21 años cargado de bolsas.

Algunos, más necesitados, se ven obligados a esperar este mes para hacer las compras, como Josefa Gómez, una pensionista que estaba mirando ropa: "Vengo a las rebajas porque de otra forma no me llega el dinero".

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La mayoría de los comerciantes espera que la crisis actual sea un aliciente para que la gente se anime a comprar. Un portavoz de El Corte Inglés estima que las ventas, como mínimo, no disminuirán, aunque algunos empleados de su empresa aseguran que la clientela que acude a las rebajas se ha ido reduciendo en los últimos años. "Antes la gente subía corriendo por las escaleras, pero desde hace tres o cuatro años cada vez está más bajita la cosa", comentaba una trabajadora. Aún así justificaba la situación por el hecho de ser miércoles el día de apertura y por la cantidad de centros en los que se ha diversificado el negocio.

Este año, los clientes ya no son los compradores compulsivos que exprimían sus tarjetas con la llegada de los descuentos. Francisco, de 47 años, que se había acercado a una tienda de ropa, afirmaba que "las rebajas no son para consumir, sino para comprar si te hace falta". Lo mismo opinaba una encargada de Zara, en cuyas tiendas también comenzaron ayer las rebajas: "Muchos dicen que se venderá más, pero qué va, la gente compra lo básico". Vaya como vaya, los empresarios prefieren no mojarse y no adelantan cifras de posible facturación.

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