"Esta escisión no tiene nada que ver con la de 1986"
- Koldo Amezketa (Pamplona, 1944), fundador de EA con Carlos Garaikoetxea tras su expulsión del PNV, fue nombrado vicepresidente del partido el pasado marzo para conducir la crisis provocada por los malos resultados electorales y la fractura interna de la que nació Alkarbide.
El histórico militante y ahora vicepresidente de EA, Koldo Amezketa, cree que el partido se va a poner las pilas y trabajar unido, como no hace desde hace una década.
Pregunta. ¿Cree que va a haber sorpresas en la elección de Pello Urizar como nuevo presidente?
Respuesta. Creo que no. C...
- Koldo Amezketa (Pamplona, 1944), fundador de EA con Carlos Garaikoetxea tras su expulsión del PNV, fue nombrado vicepresidente del partido el pasado marzo para conducir la crisis provocada por los malos resultados electorales y la fractura interna de la que nació Alkarbide.
El histórico militante y ahora vicepresidente de EA, Koldo Amezketa, cree que el partido se va a poner las pilas y trabajar unido, como no hace desde hace una década.
Pregunta. ¿Cree que va a haber sorpresas en la elección de Pello Urizar como nuevo presidente?
Respuesta. Creo que no. Creo que en la ponencia política no va a haber grandes modificaciones, pero en la de estatutos sí, porque hay muchísimas enmiendas. Las organizaciones regionales tendrán voz, pero, en caso de conflicto, la última palabra la tendrán los organismos nacionales, la asamblea o la ejecutiva. En cuanto a la nueva ejecutiva, no me da la impresión que vaya a haber sorpresas.
P. EA ha pasado de nacer de una escisión, la de 1986, a sufrir en sus carnes la que ha antencedido a este congreso.
R. En 1986 yo no me escindí. A mí me echaron; a mí y a toda la ejecutiva Navarra, y al resto de la organización allí. Luego sucedió también en Álava y en Vizcaya. EA nació en torno a los expulsados. Esta vez no tiene nada que ver con el 86. Se han ido ellos, y con deslealtad.
P. ¿Cree que se han ido ya todos los que tenían que irse?
R. Tengo el temor de que puedan estar intentando desgastarnos con un goteo de bajas hasta final de año. Hasta ahora son unos 25 los que se han ido [oficialmente]. A treinta no llegan a día de hoy. Si hacen eso, nos defenderemos.
P. ¿Cómo afronta un militante histórico como usted pasar de haber tenido los 13 escaños de 1986 a ser casi una fuerza extraparlamentaria en Euskadi veinte años después?
R. Es duro. Evidentemente, es duro. Quizás yo lo veo algo mejor, porque en Navarra tenemos otra situación. Quizás desde Iruña lo vemos con más serenidad. Pero en la comunidad autónoma ha sido muy duro. Hay gente que está anímicamente machacada. Nos tenemos que recuperar. Ese es el objetivo, cargarnos las pilas y poner el punto de mira en las próximas municipales, tras el varapalo de marzo. Estoy seguro de que nos vamos a recuperar porque nuestro electorado es mayor.
P. Usted ha reconocido que el electorado no puede confiar en ustedes si en el partido no confían los unos en los otros.
R. Eso es una realidad. La gente quiere ver confianza y serenidad, no continuos ataques a través de los medios.
P. ¿Cree que de haber ido en marzo a las elecciones en coalición con el PNV el resultado hubiera sido otro?
R. Una de las causas del mal resultado electoral es que fuimos solos. Pero eso no quiere decir que tengamos que volver a ir juntos. El problema es que después de ocho años trabajando con el PNV no podemos tomar esa decisión sólo tres meses antes de las elecciones. Teníamos que haberla tomado antes para poder explicarla.
P. Tampoco se entiende que en Navarra vayan con el PNV [en la coalición Nafarroa Bai], y en Euskadi rompieran.
R. A mí también me preguntaban: ¿pero no podéis hacer aquí lo que hacéis allí? Son dos realidades diferentes. Aquí había un Gobierno nacionalista y en Navarra es un Gobierno de derecha profunda antivasca. Allí los nacionalistas tenemos el 25% del Parlamento, aquí es justo al revés. Situaciones diferentes requieren soluciones diferentes.
P. La ponencia política apuesta por construir una mayoría abertzale y suena a un nuevo Pacto de Lizarra cuando precisamente allí arrancaron sus problemas internos y electorales.
R. En Navarra hemos mejorado a partir de ese momento, cuidado. Y probablemente somos los que hemos estado más abiertos a aunar esfuerzos con otras fuerzas. En una situación casi de emergencia nacional, es lógico aunar fuerzas. Aquí en el País Vasco también hay que hacerlo para lograr el derecho de autodeterminación y lograr la independencia, en un marco de respeto a los derechos humanos y de rechazo a la violencia.
P. ¿En Euskadi también hay una situación de casi emergencia nacional?
R. Este país cada dos por tres está así. Yo he participado en todas las tandas de conversaciones con el PNV para formar coaliciones electorales, desde 1999. Y cuando las cosas se ponían difíciles y se atascaba el proceso ése era siempre su argumento para concurrir juntos. Luego te das cuenta de que le ha venido muy bien todo esto.