El brazo a la basura para no dejar huellas

Un empresario intenta ocultar un accidente laboral de un 'sin papeles'

Franns Rilles, un boliviano de 33 años que llegó a España hace tres, sufrió el 28 de mayo un grave accidente en la panificadora de Gandia donde trabajaba sin contrato. Perdió el brazo. El hijo del dueño de la empresa le acercó al hospital, pero le dejó a 200 metros de la puerta. "Si te preguntan, no digas nada de la empresa", cuenta Rilles que le advirtieron. Mientras le atendían en el centro sanitario, en la panadería se afanaban en borrar toda huella del accidente. Los médicos pidieron el brazo para intentar reimplantarlo, pero lo descartaron ante el mal estado en que fue recogido. Lo había...

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Franns Rilles, un boliviano de 33 años que llegó a España hace tres, sufrió el 28 de mayo un grave accidente en la panificadora de Gandia donde trabajaba sin contrato. Perdió el brazo. El hijo del dueño de la empresa le acercó al hospital, pero le dejó a 200 metros de la puerta. "Si te preguntan, no digas nada de la empresa", cuenta Rilles que le advirtieron. Mientras le atendían en el centro sanitario, en la panadería se afanaban en borrar toda huella del accidente. Los médicos pidieron el brazo para intentar reimplantarlo, pero lo descartaron ante el mal estado en que fue recogido. Lo habían tirado a la basura.

Franns Rilles, en el hospital valenciano donde se recupera de un accidente laboral.CARLES FRANCESC

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