Cinco días contra la abstención

A sólo cinco días de los comicios europeos, el mensaje que más se oye entre los dirigentes políticos, además de las proclamas partidarias de cada cual, es la necesidad de que los ciudadanos no se queden en casa y acudan a votar. Los socialistas lo repiten machaconamente en todos sus actos y también lo dijo ayer la secretaria general del PP nacional, María Dolores de Cospedal, quien asistió a un pequeño mitin en Sevilla. En tono institucional, el Gobierno andaluz reconoció su "preocupación" e hizo un "llamamiento" oficial a la participación de los andaluces en la "dirección que crean pertinente...

A sólo cinco días de los comicios europeos, el mensaje que más se oye entre los dirigentes políticos, además de las proclamas partidarias de cada cual, es la necesidad de que los ciudadanos no se queden en casa y acudan a votar. Los socialistas lo repiten machaconamente en todos sus actos y también lo dijo ayer la secretaria general del PP nacional, María Dolores de Cospedal, quien asistió a un pequeño mitin en Sevilla. En tono institucional, el Gobierno andaluz reconoció su "preocupación" e hizo un "llamamiento" oficial a la participación de los andaluces en la "dirección que crean pertinente", señaló el portavoz, Manuel Pérez Yruela.

Al PSOE le inquieta sobremanera el absentismo del electorado registrado en las dos últimas citas con las urnas antes de las autonómicas (35% de abstención). Primero, en el referéndum del Estatuto de Autonomía de febrero de 2007, que apenas motivó al 35,6% de los votantes (tuvo un 63,8% de abstención), y luego en las municipales de mayo del mismo año, donde la participación fue del 61,5%, la segunda más baja registrada en Andalucía en unos comicios locales.

Los socialistas creen que la baja participación les será muy perjudicial

Los socialistas, y la izquierda en general, siempre han considerado que los altos niveles de abstención le perjudican con mayor intensidad que a la derecha. Además, las bajas participaciones ayudan a escenarios próximos al empate, como el que apuntan los sondeos en todo el ámbito nacional. La encuesta de Metroscopia para EL PAÍS señalaba un 45% de abstención en España, similar a la de los comicios europeos de hace cinco años, pero algunos miembros del PSOE autonómico temen que la paupérrima afluencia de la ciudadanía a las urnas europeas pueda rozar los niveles del referéndum del Estatuto, es decir, una abstención en torno al 60%.

De ahí el esfuerzo en el tramo final. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, insistió el lunes en este mensaje porque el modelo social europeo basado en la "igualdad y la libertad" está en peligro, aunque en un acto anterior lo explicó con más claridad: "Aquel que no vaya a votar, que sepa que siempre habrá otra persona que votará por él, y que seguramente votará algo distinto a lo que él quiere". El ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra, en un mitin celebrado ayer en Sevilla, apuntó directamente al supuesto beneficio del PP: "La abstención es más frecuente en la izquierda porque es más exigente. Cuando el PP sube no es porque gane más votos, sino porque el PSOE baja. No hay trasvase de votos".

Cospedal animó a los suyos en Sevilla a movilizarse para ir ganando todas las citas electorales hasta las próximas generales y autonómicas. "Todo el mundo a votar", ordenó, tras detallar prolijamente el papel determinante que tiene la política europea en la vida cotidiana de los ciudadanos. Los dirigentes que le precedieron en el acto también reiteraron la llamada a las urnas, aunque como preludio de lo que el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, denominó "la victoria en España". Llamó la atención la ausencia de Javier Arenas, presidente del PP autonómico, quien no cambió la agenda al conocerse la presencia de Cospedal (se desplazó desde Madrid expresamente), como sí hizo Sanz y el resto de los presentes: Juan Ignacio Zoido (portavoz en el Ayuntamiento de Sevilla), José Luis Sanz (presidente provincial) y la número tres de la candidatura europea, Teresa Jiménez Becerril.

Arenas presentó la federación andaluza de la Confederación de Mujeres en Igualdad en Córdoba, donde confirió a los comicios europeos un doble simbolismo: son las primeras elecciones después de estallar la crisis y después de la toma de posesión de Griñán como presidente de la Junta.