Una tómbola en Internet que nunca toca

Una banda estafó 600.000 euros a 80 personas suplantando a cinco bancos

Si recibe un mensaje de su banco en el que le ofrecen participar en una tómbola para ganar un coche último modelo o un televisor, tenga cuidado. Lo siguiente que le van a pedir es su número de cuenta, su clave de seguridad y sus datos personales. Y al final no va haber ni coche ni nada parecido. Lo más probable es que desplumen su cuenta.

Esto es lo que les ha pasado a 80 personas (32 de ellas en Madrid) desde septiembre de 2007. Los culpables: una banda de estafadores de nacionalidad rumana que consiguieron casi 600.000 euros por este método. Un total de 10 ladrones fueron detenidos po...

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Si recibe un mensaje de su banco en el que le ofrecen participar en una tómbola para ganar un coche último modelo o un televisor, tenga cuidado. Lo siguiente que le van a pedir es su número de cuenta, su clave de seguridad y sus datos personales. Y al final no va haber ni coche ni nada parecido. Lo más probable es que desplumen su cuenta.

Esto es lo que les ha pasado a 80 personas (32 de ellas en Madrid) desde septiembre de 2007. Los culpables: una banda de estafadores de nacionalidad rumana que consiguieron casi 600.000 euros por este método. Un total de 10 ladrones fueron detenidos por la Guardia Civil. Todos tienen entre 20 y 30 años, y algunos son expertos en diseño de páginas web o en informática.

Los timadores enviaron 10.000 correos para captar a posibles incautos

El líder de la banda fue arrestado en La Junquera (Girona) cuando viajaba en un autobús hacia Rumania. A ese país, según las investigaciones de la Guardia Civil, había trasladado el dinero de la estafa utilizando envíos de correo. Los otros nueve integrantes fueron arrestados en Fuenlabrada y en Quintanar del Rey (Cuenca).

El truco usado por los delincuentes es el siguiente: los datos con los que la víctima se inscribe para el supuesto concurso se graban en páginas que simulan a las de los bancos y se dirigen luego, con un programa especial, a un correo electrónico de los miembros de la banda. Los ingeniosos estafadores no operaban con el método usual del phising, en el que los correos que se envían a las víctimas suplantan a las web de los bancos y les piden actualizar los datos, en esta ocasión los persuadian con rifas.

Fuentes de la investigación explicaron que esta red envió aproximadamente 10.000 correos electrónicos para intentar captar a posibles incautos. Cuando alguien caía en el fraude, guardaban la información con sus datos y esperaban a la madrugada para entrar en la página original del banco y transferir el dinero a otra cuenta. Algunas de las transacciones llegaron a los 13.000 euros.

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Las transferencias las hacían desde dos ordenadores de una vivienda de Fuenlabrada a cuentas bancarias de mulas (personas que abrían una cuenta y que colaboraban con la banda). Después, no dejaban pasar ni 12 horas para que estas personas retiraran el dinero del banco. Los agentes identificaron a 60 mulas, la mayoría de origen rumano.

En otras ocasiones, con un lector y grabador de tarjetas magnéticas, clonaban la tarjeta del cliente y retiraban luego el dinero. "Casi siempre usaban cajeros que no tuvieran cámaras" para no ser identificados, explica uno de los investigadores.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de las denuncias recibidas por la Guardia Civil en septiembre de 2007. Los agentes identificaron a un grupo de rumanos que residían en Quintanar del Rey (Cuenca), que resultaron ser las mulas que retiraban el dinero de las cuentas. Ellos les llevaron hasta los verdaderos responsables de la estafa.

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