Reportaje:

El poeta que titulaba a Miró

Unas jornadas rinden homenaje a Jacques Dupin

"Sí, es verdad. Pero sólo la obra gráfica, nunca le puse título a los cuadros o a los dibujos". Jacques Dupin (Privas, Francia, 1927) mira con cierto desasosiego. "¿Por qué? Por comodidad. En los cincuenta Miró hizo muchos grabados y litografías y yo entonces me encargaba de las ediciones de la galería Maeght. Él no tenía tiempo ni ganas de poner los títulos a todas las obras, y hay que hacerlo cuando son seriadas. No era un proceso azaroso, siempre tenía en cuenta la obra y después comentaba con Miró los títulos. En general, él estaba de acuerdo".

No son, pues, de Dupin, títulos como ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

"Sí, es verdad. Pero sólo la obra gráfica, nunca le puse título a los cuadros o a los dibujos". Jacques Dupin (Privas, Francia, 1927) mira con cierto desasosiego. "¿Por qué? Por comodidad. En los cincuenta Miró hizo muchos grabados y litografías y yo entonces me encargaba de las ediciones de la galería Maeght. Él no tenía tiempo ni ganas de poner los títulos a todas las obras, y hay que hacerlo cuando son seriadas. No era un proceso azaroso, siempre tenía en cuenta la obra y después comentaba con Miró los títulos. En general, él estaba de acuerdo".

No son, pues, de Dupin, títulos como El cielo entreabierto nos devuelve la esperanza, cuadro del mismo año, 1954, en que conoció al artista. Está en la Fundación Miró de Barcelona, centro que a partir del 17 de junio le rendirá un homenaje y que coorganiza, junto con Arts Santa Mònica, las jornadas sobre la relación entre el poeta y el pintor que esta noche se clausurarán con un recital del propio Dupin. "La poesía, es verdad, pudo ayudar mucho a nuestra amistad", recuerda. "Yo era más joven y le podía sugerir lecturas de escritores que él no conocía". Entonces Miró ya vivía en Mallorca, aislado en su taller, viviendo un mundo paralelo de pintura, poesía y música que, al calificarlo de etéreo, provoca en Dupin una reacción airada. "¿Etéreo? La poesía y la música son materia sólida, no tienen nada de etéreo". Y golpea la mesa. "Hay que trabajar, entender y saber escuchar, no es fácil ni superficial, pero son algo sólido, muy real".

"La poesía y la música son materia sólida, no tienen nada de etéreo"
"He escrito sobre artistas, pero no me considero crítico de arte ni historiador"

De Miró afirma que "escribía poemas a la manera dadaísta. En la pintura era más complejo, más interesante, llegaba mucho más lejos". De su propia poesía -casi inédita en España "y tampoco muy conocida en Francia", apostilla- le cuesta hablar. "Sigo trabajando, y a veces, después de muchas vueltas, sale una frase o un verbo que me satisface. En los inicios estuve muy influenciado por René Char, pero después he ido por mi propio camino, creo".

Más que su poesía, lo que se conoce aquí de Dupin son sus escritos sobre artistas como Giacometti, Francis Bacon, Tàpies y, principalmente, Miró, del que escribió la biografía canónica y del que también ha realizado el catálogo razonado de pintura, escultura y grabado. "Nunca me he considerado crítico de arte ni historiador. He escrito prefacios para catálogos y libros, pero no era crítica, sino textos sobre artistas que conocía y que me interesaban".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En las jornadas de esta tarde en el Santa Mónica (19.00 horas) participan Arnau Pons, traductor de algunos de sus poemas, y también Georges Raillard, autor de El color del meus somnis, histórico libro de entrevistas con Miró editado originalmente en 1977 y del que acaba de publicarse ahora la traducción catalana en la editorial Lleonard Muntaner. Por la mañana la Universidad de Barcelona organiza un recital de poemas de Dupin traducidos al catalán con motivo de este homenaje al poeta de La nuit grandisante y de unos 20 poemarios más en los que no ha parado de, como dice uno de sus versos, écrire sans recul, dans le noir, dans la doublure, dans la duplicité, du noir...

El poeta Jacques Dupin, ayer, en la Fundación Miró.MARCEL·LÍ SÀENZ

Archivado En