Una inspección halló deficiencias en la residencia Artevida

La Comunidad de Madrid ya comprobó el pasado mes de febrero tras una inspección "los incumplimientos de la normativa vigente" en la residencia de mayores concertada Artevida de Alcobendas. Un total de 122 personas denunciaron al centro el pasado 29 de abril "por grandes deficiencias" en la atención a sus familiares.

La investigación se ordenó el pasado enero, tras la denuncia de una particular cuya madre falleció en agosto de 2008 tras 11 días de estancia en la residencia junto a su marido, de 92 años y enfermo de alzhéimer. Una muerte agónica después de dos horas fría y amoratada, olvi...

La Comunidad de Madrid ya comprobó el pasado mes de febrero tras una inspección "los incumplimientos de la normativa vigente" en la residencia de mayores concertada Artevida de Alcobendas. Un total de 122 personas denunciaron al centro el pasado 29 de abril "por grandes deficiencias" en la atención a sus familiares.

La investigación se ordenó el pasado enero, tras la denuncia de una particular cuya madre falleció en agosto de 2008 tras 11 días de estancia en la residencia junto a su marido, de 92 años y enfermo de alzhéimer. Una muerte agónica después de dos horas fría y amoratada, olvidada en una silla hasta que llegó una ambulancia, asegura la hija. Todo ello pese a sus ruegos mientras los responsables del centro la llamaban "histérica" por suplicar ayuda.

La versión de la denunciante también la apuntala el informe médico del hospital Reina Sofía de San Sebastián de los Reyes, en el que la fallecida fue ingresada de urgencia: "Mal pronóstico", se lee en el documento oficial, que resalta la "desnutrición moderada" de la anciana de 89 años y "las livideces" con las que entró en el recinto. Su hija asegura que fue ella quien tuvo que dar la voz de alarma, que no le quisieron hacer caso y que le impusieron un protocolo que ralentizó la llegada de los sanitarios.

Las deficiencias detectadas por la inspectora de la Comunidad también sostienen la denuncia. Son graves. Hablan de que no se anotó correctamente la cronología de los cuidados que recibió la paciente "B", que es como se identifica a la fallecida. Desde entonces, recalca la Consejería de Asuntos Sociales, prosigue la investigación al centro. Además, invitaron a los familiares de la fallecida a "iniciar otras acciones de derecho que correspondan".

La opción de la denuncia penal fue rechazada por la hija, A. P. B: "Tras siete años cuidando a mis padres en casa, sentía culpabilidad por haberles dejado allí 15 días. El médico me lo recomendó para que descansara". Esta mujer coincide en el principal argumento de la denuncia presentada por el resto de familiares de residentes al poner en duda la correcta administración a su madre de los medicamentos. "Estoy segura de que sólo le dieron las pastillas un día. Me encontré el paquete sobre una mesa y sólo faltaba un comprimido, aunque ya llevaba allí cinco días". También relata que la halló con el pelo mojado. La habían duchado y después "se habían olvidado de ella". La última amargura que le queda a esta mujer es que incluso "demostraron su falta de sensibilidad y de cuidado" al perder el cepillo con el que ella la peinaba. "Era un recuerdo que me hubiera gustado conservar" dice.

Desde la residencia, sus portavoces insisten en su propósito de enmienda. "Un voto de confianza", repiten cuando los familiares les plantean sus problemas. Pilar Sánchez Acera, diputada regional del PSM, insiste en considerar estas denuncias "la punta del iceberg de los problemas de las residencias de mayores en la Comunidad".