La inversión a corto no aguanta más
La Bolsa española volvió a hacer un alarde de estabilidad tras una sesión en la que la volatilidad se mantiene en niveles altos. La ausencia de referencias económicas obliga a los inversores a depurar posiciones, pero sin mover demasiado el mercado, con lo que todo se limita a pequeños ajustes que, en muchos casos, tienen principio y fin en la propia sesión.
El Ibex 35 cerró ayer en 8.346,00 puntos, con una subida del 0,30%, y después de subir el 1,62% en los primeros minutos de sesión. En apenas una hora se agotaron las órdenes de compra y este índice llegó a perder el 0,88%, para pasa...
La Bolsa española volvió a hacer un alarde de estabilidad tras una sesión en la que la volatilidad se mantiene en niveles altos. La ausencia de referencias económicas obliga a los inversores a depurar posiciones, pero sin mover demasiado el mercado, con lo que todo se limita a pequeños ajustes que, en muchos casos, tienen principio y fin en la propia sesión.
El Ibex 35 cerró ayer en 8.346,00 puntos, con una subida del 0,30%, y después de subir el 1,62% en los primeros minutos de sesión. En apenas una hora se agotaron las órdenes de compra y este índice llegó a perder el 0,88%, para pasar a continuación a registrar pequeños altibajos.
La volatilidad, aun siendo alta, se ha reducido considerablemente respecto de la jornada anterior, lo que para algunos observadores es un síntoma claro de agotamiento y puede ser el preludio a una corrección medianamente importante.
La situación de la Bolsa de Nueva York, con el índice Dow Jones de valores industriales que perdió un 2,34% al final de la sesión, daba más credibilidad a la posibilidad de que los mercados europeos sufran un ajuste a la baja en los próximos días. El malestar en el mercado estadounidense se centraba en General Motors, que perdía más del 13% a media sesión, y en algunas de las principales empresas justo cuando está a punto de comenzar la temporada de publicación de resultados.
La mayoría de los analistas coincide en que las cuentas de las sociedades cotizadas no van a ser muy buenas, como consecuencia de la creciente debilidad de la economía. Tampoco las previsiones para los próximos meses van a ser demasiado buenas, a juzgar por los últimos indicadores de tendencia publicados.
En general, inversores y analistas se mueven con la constante duda de si el mercado aguantará en estos niveles sin más, con lo que el reciente rebote sería una puesta al día tras una fase de fuertes caídas. El polo opuesto está en una posible depuración a fondo, como corrección a un exceso de anticipación por la ilusión creada por las cuantiosas medidas acordadas en la reunión del G-20.
La contratación en el Mercado Continuo se quedó prácticamente en los mismos niveles que el lunes, con 3.146,15 millones de euros.