Reportaje:Una 'conquista del oeste' musical

Desde la ciudad del concierto interminable

Viaje al multitudinario festival South by Southwest en Austin de la mano de cinco bandas madrileñas

"La invasión no es española, es de gallegos. Están en todas partes: en nuestra banda, en los Right Ons hay dos...", bromea, de asturiano a asturiano, el bajista de Nacho Vegas, otro asturiano, al término de su primer concierto en el South by Southwest (SXSW), festival internacional de música que se celebra desde el pasado miércoles y hasta mañana en Austin, Tejas (Estados Unidos).

Bromas de gallegos y asturianos aparte, lo cierto es que éste es probablemente el único festival de rock del mundo en el que el dato de la nacionalidad de cada uno de los artistas es casi tan importante y esen...

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"La invasión no es española, es de gallegos. Están en todas partes: en nuestra banda, en los Right Ons hay dos...", bromea, de asturiano a asturiano, el bajista de Nacho Vegas, otro asturiano, al término de su primer concierto en el South by Southwest (SXSW), festival internacional de música que se celebra desde el pasado miércoles y hasta mañana en Austin, Tejas (Estados Unidos).

Bromas de gallegos y asturianos aparte, lo cierto es que éste es probablemente el único festival de rock del mundo en el que el dato de la nacionalidad de cada uno de los artistas es casi tan importante y esencial como el del estilo musical que se practica. Y España también está en el encuentro -donde hay 14.000 conciertos en cuatro días- con casi 40 bandas, algunas (13, cinco de ellas madrileñas) apoyadas económicamente por organismos oficiales bajo la plataforma Sounds From Spain; otras van hipotecadas, pero todas están encantadas de haber sido invitadas por el festival (ése es el requisito inicial para participar). También es un negocio para la propia ciudad: el año pasado, el impacto económico del festival, que es, desde luego, el evento anual más importante que se celebra en esta urbe americana, fue de 110 millones de dólares (81 millones de euros). Nada mal para una ciudad de casi 750.000 habitantes.

Al encuentro, donde hay 14.000 recitales en cuatro días, van 40 grupos españoles
El impacto económico en 2008 fue de 81 millones de euros
"Les resulta atractivo escuchar cómo reinterpretamos un invento suyo"
"Es un lío, hay demasiadas cosas", confiesa Jorge Drexler
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Los grupos madrileños están en Austin dando conciertos hasta el domingo. Bandas y estilos tan dispares como el ambicioso pop casi instrumental Underwater Tea Party, el rock negroide de The Right Ons, la enigmática apuesta vocal de Hyperpotamus, el surf de Los Coronas o el pop-rock de clara ascendencia anglosajona de We Are Balboa o Delco, el grupo en el que este cronista milita.

Todas las entidades oficiales involucradas en traer bandas -como el ICEX, la Fundación Autor (SGAE) y el Instituto de las Artes Escénicas, la Fundación Ramón Llull o la Generalitat de Cataluña- insisten en los beneficios futuros para los grupos. Esto es fácilmente cuantificable. Por ejemplo, con oportunidades como la de The Right Ons de conocer, durante la edición del SXSW del año pasado, a Ed Valauskas, productor de Eli Paperboy Reed... y ahora también del segundo disco de la banda madrileña. O cuando Underwater Tea Party, incluidos en el programa del neoyorquino CMJ Music Marathon del año pasado, enamoraron a una locutora radiofónica de Los Ángeles: "Luego la chica se pasó dos meses pinchando nuestro disco en su emisora", cuenta Blanca, la bajista del grupo, que está a punto de sacar su segundo disco, What crisis? This crisis.

Digamos que tocar en un festival como éste no es un premio gordo, pero sí un billete de lotería para un sorteo en el que no todo el mundo puede participar. Demasiada música, demasiadas nacionalidades conviviendo y compitiendo. Only in America? "Yo creo que sí. En Inglaterra, por ejemplo, sería imposible. Son muy endogámicos con la música. Sólo quieren escuchar lo suyo", se queja, risueña, Irene, cantante de Underwater Tea Party. "Por algún motivo", opina Javi Vacas, bajista de Los Coronas, "los americanos están muy abiertos a la música que se hace fuera de sus fronteras. Es como si les resultara enormemente atractivo escuchar cómo reinterpretamos algo que es un invento suyo". "Es interesante venir aunque sea sólo como espectador", prosigue Vacas, tras dejarse una pasta en una tienda de vinilos de segunda mano, aneja a Sonny's, la tienda de ropa vintage en la que Los Coronas han debutado en EE UU.

"Han pasado algunos de nuestros artistas favoritos por aquí", dice Jorge Martí, vocalista de La Habitación Roja. "Para nosotros supone una gran oportunidad poder entrar en contacto con una escena tan potente como la de EE UU, en la que hay una grandísima comunidad hispano-hablante".

Más de 14.000 conciertos en cuatro días. "Es un lío, hay demasiadas cosas, no sé por dónde empezar", confiesa Jorge Drexler, que ha acudido al SXSW para dar una conferencia sobre bandas sonoras (acaba de terminar la música para The City of Your Final Destination, la nueva película de James Ivory). Parafraseando el título, tal vez el siguiente paso lógico sea que no sólo acudan a Austin bandas españolas, sino también público español. Algo así como el desembarco anual de miles de ingleses en Benicassim. ¿Por qué no?

Pablo Amor periodista y miembro del trío madrileño Delco, que participa en el festival SXSW.

Músicos de un grupo británico pasean por las calles de Austin durante el festival internacional de música rock SXSW.AP

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