39 años de cárcel por matar a su mujer e intentarlo con sus hijos

El asesino dijo al juez que sólo quería "darles un susto"

La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a 39 años y seis meses de prisión a José Martínez Girón por asesinar, en mayo de 2007, a su mujer e intentar también matar a sus dos hijos en el domicilio familiar del municipio jiennense de Santa Elena. El hombre, que también deberá indemnizar a sus hijos con 500.000 euros, ha sido condenado por cuatro delitos: uno de asesinato por acabar con la vida de su mujer, María Josefa Martín, de 41 años; otro más de asesinato en grado de tentativa por intentar matar a su hijo, al que disparó e hirió de gravedad; un delito de homicidio continuado en grado de...

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La Audiencia Provincial de Jaén ha condenado a 39 años y seis meses de prisión a José Martínez Girón por asesinar, en mayo de 2007, a su mujer e intentar también matar a sus dos hijos en el domicilio familiar del municipio jiennense de Santa Elena. El hombre, que también deberá indemnizar a sus hijos con 500.000 euros, ha sido condenado por cuatro delitos: uno de asesinato por acabar con la vida de su mujer, María Josefa Martín, de 41 años; otro más de asesinato en grado de tentativa por intentar matar a su hijo, al que disparó e hirió de gravedad; un delito de homicidio continuado en grado de tentativa cometido contra su hija; y, por último, otro delito de maltrato habitual.

El tribunal no ha contemplado las atenuantes ni de embriaguez ni tampoco de arrepentimiento y, sin embargo, sí se ha tenido en cuenta la agravante de parentesco.

Aunque la Fiscalía demandaba para él un total de 55 años, la acusación particular sí que se ha mostrado satisfecha por la condena de este hombre, que fue agredido por su hijo en los pasillos de la Audiencia de Jaén antes de iniciarse el juicio el pasado 24 de febrero. Su hijo estuvo a punto de perder la vida por el disparo en la zona abdominal que recibió de su padre tras disparar éste contra su esposa.

Hay que recordar que, según el relato del fiscal, el acusado disparó primero contra su mujer en la planta superior de la casa, y al oír el disparo el hijo mayor subió y recibió otro balazo de su padre. Posteriormente, la hija pequeña, que entonces tenía 17 años, mantuvo un forcejeo con su padre que intentó, sin éxito, arrojarla por el balcón.

Los dos hijos del condenado lo describieron durante el juicio como una persona dominante, al que no le importaba humillarlos en público, muy celosa y con una fuerte adicción a la bebida. Con todo, descartaron que en el momento de acabar con la vida de su madre su padre estuviera borracho. "Fue algo premeditado que él tenía en la cabeza", declaró su hijo. Por su parte, el acusado reconoció los hechos, aunque precisó que sólo tenía intención de darles "un susto gordo". "Quise jugar con fuego y desgraciadamente acabé quemándome", declaró con frialdad ante el tribunal.

El letrado del condenado, Javier Carazo, defendió que su cliente no cometió maltrato continuado y aseguró que estaba ebrio cuando sucedieron los hechos trágicos. Estos argumentos fueron rebatidos por la acusación particular y la Fiscalía y, sobre todo, por los testimonios de los dos hijos del matrimonio.

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