Cartas al director

El justiciero

Aunque no se puede aceptar tomarse la justicia por la mano, a este buen chaval de Lazkao hay que reconocerle que, causando daños personales sólo a sí mismo, ha identificado a los responsables de los atentados, les ha hablado en su lenguaje y ha concitado la simpatía, cuando no la envidia, de mucho silencio doliente.

Espero que el alcalde de su pueblo, que se queja cuando la ley actúa para que no estén en las elecciones los que ponen bombas, sepa arropar a su vecino por el arrebato de dignidad cuando unos pistoleros se ríen de los que actúan dentro de la ley y sufren sus efectos. Y que l...

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Aunque no se puede aceptar tomarse la justicia por la mano, a este buen chaval de Lazkao hay que reconocerle que, causando daños personales sólo a sí mismo, ha identificado a los responsables de los atentados, les ha hablado en su lenguaje y ha concitado la simpatía, cuando no la envidia, de mucho silencio doliente.

Espero que el alcalde de su pueblo, que se queja cuando la ley actúa para que no estén en las elecciones los que ponen bombas, sepa arropar a su vecino por el arrebato de dignidad cuando unos pistoleros se ríen de los que actúan dentro de la ley y sufren sus efectos. Y que los partidos le den cobertura legal y económica y los ciudadanos mucho calor humano, porque va a sentir el helador resuello de la bestia en su cogote. Yo le envío un abrazo solidario.

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