Albert Barillé, creador de la serie 'Érase una vez...'
Detrás de los sabihondos personajes de las series didácticas de dibujos animados Érase una vez... latía la creatividad de un hombre cuya vida, poco notoria, se extinguió el 11 de febrero a los 88 años en París. Se trata del guionista y productor Albert Barillé, que nació en 1921 en la capital francesa y durante gran parte de su vida trabajó en un despacho situado a un paso de los Campos Elíseos.
La serie se emitió, por primera vez, en 1978, y se convirtió rápidamente en un éxito planetario, que fue vista en un centenar de países por cientos de millones de espectadores. Actualment...
Detrás de los sabihondos personajes de las series didácticas de dibujos animados Érase una vez... latía la creatividad de un hombre cuya vida, poco notoria, se extinguió el 11 de febrero a los 88 años en París. Se trata del guionista y productor Albert Barillé, que nació en 1921 en la capital francesa y durante gran parte de su vida trabajó en un despacho situado a un paso de los Campos Elíseos.
La serie se emitió, por primera vez, en 1978, y se convirtió rápidamente en un éxito planetario, que fue vista en un centenar de países por cientos de millones de espectadores. Actualmente, su vigencia provoca que cada temporada salgan coleccionables en los quioscos españoles para que los niños entiendan un poco mejor las cuestiones que estudian en el colegio.
Érase... consistía, brevemente, en explicar a los chavales la historia de la humanidad desde el hombre de las cavernas a la carrera espacial, gracias a las aventuras de una misma familia que iba saltando de una época a otra.
"Hay que conseguir que nuestros niños quieran conocer, hay que estimular su curiosidad, tratarlos como si fueran adultos hechos y derechos, capaces de comprender muchas más cosas de lo que creemos. Así, los niños serán más fuertes y lo agradecerán más", manifestó hace años. También realizó documentales y obras de teatro, siempre con un sentido didáctico.
A la serie Érase una vez... el hombre, que contaba sólo 26 capítulos, le siguieron Érase una vez... el espacio, la vida o los exploradores. Siempre con la misma familia, los mismos malos narigudos y la misma melodía de Beethoven para presentar el programa.