Lobeira se queda a oscuras

Fenosa mantiene sin luz desde hace un mes los locales municipales por un impago

Lobeira se va apagando. Este pequeño ayuntamiento (1.000 habitantes) del Xurés, en la provincia de Ourense, ha pasado los crudos días del invierno amarrado a un generador para seguir latiendo a trompicones. Una huida hacia delante para escapar de la realidad: una deuda que según la oposición supera el medio millón de euros y que el municipio, con un presupuesto de 524.520, no puede afrontar.

Unas horas antes de las campanadas de fin de año, Lobeira se sumió en la oscuridad. Unión Fenosa le cortó el suministró por impago y la Casa do Concello, que alberga no sólo las dependencias municip...

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Lobeira se va apagando. Este pequeño ayuntamiento (1.000 habitantes) del Xurés, en la provincia de Ourense, ha pasado los crudos días del invierno amarrado a un generador para seguir latiendo a trompicones. Una huida hacia delante para escapar de la realidad: una deuda que según la oposición supera el medio millón de euros y que el municipio, con un presupuesto de 524.520, no puede afrontar.

Unas horas antes de las campanadas de fin de año, Lobeira se sumió en la oscuridad. Unión Fenosa le cortó el suministró por impago y la Casa do Concello, que alberga no sólo las dependencias municipales, sino también el juzgado de Paz, el registro y Protección Civil, quedó a oscuras. El corte afectó también a la sede de la desaparecida Cámara Agraria, a la antigua Casa do Concello de Lobeira, al almacén municipal, al local social y a dos capillas. El Ayuntamiento corría con los gastos de luz de todas estas instalaciones.

El apagón afecta al juzgado, al registro, al local social y a Protección Civil
"Aquí tenemos servicios básicos, a ver qué dicen los jueces"

El alcalde, el popular Emilio Higuero, no dio crédito entonces. Compró un generador para ir tirando y se dispuso a negociar con la empresa eléctrica. Pero ha pasado casi un mes y el primer generador resultó insuficiente: reventó. Ahora ha comprado uno más grande "que tira de tal forma de la luz, que la factura sale más cara que la mensualidad que pagábamos a Fenosa", sostiene el portavoz del BNG, Antón Álvarez, que va a pedir un pleno extraordinario que lleva todas las trazas de celebrarse a oscuras. El nacionalista reclamará la dimisión del alcaldel PP.

Mientras tanto, Higuero pide tiempo; cree que acabará llegando a un acuerdo con la empresa, que la eléctrica de origen gallego "entrará en razón". De no ser así, acudirá a la vía judicial. "Aquí tenemos servicios básicos, a ver qué dicen los jueces", sostiene el alcalde. Pero el Ayuntamiento le debe 21 recibos (de septiembre de 2005 a diciembre de 2008) a Fenosa. 130.435 euros, sin contar el IVA y los intereses de demora.

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Sin el generador que insufla la vida al municipio no habría teléfono ni ordenadores, no se podrían tramitar las gestiones más elementales. "Es una injusticia", dice el alcalde convencido de que llegará a un acuerdo con la eléctrica para hacer pagos fraccionados. "El año pasado le dimos 40.000 euros y yo ahora les ofrecí 45.000 o 50.000, pero no aceptan", lamenta.

La oposición se cansa. "Queremos darle un margen, por el bien del municipio, pero cada conversación que el alcalde tiene con los representantes de Fenosa, nos alejamos más del acuerdo", dice el portavoz nacionalista. Álvarez cree que Higuero ha demostrado ya "su incompetencia". Advierte de que el Ayuntamiento tiene una "deuda encubierta" que supera el medio millón de euros. La que figura en las cuentas generales es de 320.000, "pero no constan los más de 134.000 que hay que pagar a Unión Fenosa, ni los 320.000 que se le deben a los demás proveedores; esto es un despropósito".

Los nacionalistas cuestionan la capacidad de gestión del gobierno local que en 2008 destinó el 92% del presupuesto (más de 482.000 euros) a gastos de personal y bienes corrientes: los sueldos de los ocho trabajadores municipales, las asignaciones por asistencia a plenos y comisiones y dietas de los concejales, a los que se subió el 66% con los únicos votos del PP.

Mientras crecía la nómina municipal, el gobierno reconocía la ausencia de inversión. "Claro que necesitamos obras, ¿pero de dónde sacamos el dinero?", planteó en un pleno el portavoz popular cuando la crisis enseñaba las uñas. Higuero insiste en ello. "Llevo muchos años de alcalde; al principio tenía 2.000 vecinos y ahora apenas 900". Así es como justifica el alcalde la merma de ingresos. "Esto nos afecta a todos los pequeños ayuntamientos".

Pero mientras el veterano regidor (lleva 27 años en la alcaldía, salvo un lapso en el que estuvo inhabilitado por la Justicia) confía en la negociación con Fenosa, la oposición denuncia que "cuando el ayuntamiento empezaba a agonizar el alcalde cobraba, en dos meses, más de 5.500 euros".

"A ellos no les interesa el Ayuntamiento. Vienen a por mí, pero lo tienen crudo", replica el regidor al BNG mientras espera que el delegado de Industria, el nacionalista Xosé Antón Xardón, le ayude con el problema.

Un funcionario de Lobeira trabaja en el ordenador conectado a un generador, después de que Fenosa les haya cortado el suministro.DIEGO LEMOS

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