La primera nevada con 27, 18 y 3 años

El Campo del Moro era ayer un lujo. Todo blanco, como en una estampita navideña. Luna, brasileña de 18 años, lo vio por la ventana y empezó a chillar: "¡Está nevando!". Bajó a la calle a todo trapo, cogió una bola, subió y se la tiró a sus compañeras de piso. Era su primera vez. Nunca antes había tocado la nieve. Levantó a sus amigas de la cama y las obligó a bajar al parque. Quería hacerse fotos hasta la saciedad. "Quiero que el día de hoy quede para la posteridad", explicó.

Silvia, boliviana de 27 años, fue una de las agredidas por los bolazos de Luna. "Estaba como loca", dijo. Pero n...

El Campo del Moro era ayer un lujo. Todo blanco, como en una estampita navideña. Luna, brasileña de 18 años, lo vio por la ventana y empezó a chillar: "¡Está nevando!". Bajó a la calle a todo trapo, cogió una bola, subió y se la tiró a sus compañeras de piso. Era su primera vez. Nunca antes había tocado la nieve. Levantó a sus amigas de la cama y las obligó a bajar al parque. Quería hacerse fotos hasta la saciedad. "Quiero que el día de hoy quede para la posteridad", explicó.

Silvia, boliviana de 27 años, fue una de las agredidas por los bolazos de Luna. "Estaba como loca", dijo. Pero no se hizo de rogar para ir a jugar en el manto blanco. También era su primera vez. "Nunca pensé que iba a ver algo así", dijo. Lleva dos años en la ciudad y ha visto caer algún copo, "pero nunca se había quedado el suelo blanco".

En la otra punta, en el parque Eva Duarte de Perón, Andrés corría por la nieve, más eufórico aún que Luna y Silvia. Y eso que le llegaba por encima del tobillo. Su madre corría detrás de él para evitar que se metiera en las zonas más profundas. A sus tres años, el niño vio por primera vez la biebe, como él la llama. Y la reacción era espectacular. Cargaba bolas a dos manos, daba patadas a los árboles, trataba de revolcarse... Por si acaso la nevada tarda en repetirse, sus padres le permitieron faltar a la escuela por la tarde.