La mejor atalaya urbana para mirar la Navidad

El Círculo de Bellas Artes, veterana institución cultural de Madrid, abrió ayer en su sede de la calle del Marqués de Casa Riera su imponente terraza, a unos 30 metros de altura. Se sumaba así a los festejos navideños bajo la advocación de la poderosa estatua de la diosa Minerva, que remata su edificio. El frío no impidió que decenas de personas se asomaran a partir de las once de la mañana y hasta las dos de la tarde a sus alturas, previo pago de los dos euros de entrada que permiten visitar todas las exposiciones que en ese momento se exhiban. El acceso con el carné joven y a los niños cuest...

El Círculo de Bellas Artes, veterana institución cultural de Madrid, abrió ayer en su sede de la calle del Marqués de Casa Riera su imponente terraza, a unos 30 metros de altura. Se sumaba así a los festejos navideños bajo la advocación de la poderosa estatua de la diosa Minerva, que remata su edificio. El frío no impidió que decenas de personas se asomaran a partir de las once de la mañana y hasta las dos de la tarde a sus alturas, previo pago de los dos euros de entrada que permiten visitar todas las exposiciones que en ese momento se exhiban. El acceso con el carné joven y a los niños cuesta un euro.

La novedad que ayer pudieron presenciar los visitantes fue la nieve que desde hace días blanquea la sierra de Guadarrama y que se divisaba en el horizonte con sus bosques azules y sus cimas brumosas. El belvedere abierto ayer tiene dos fachadas que miran hacia las calles de Alcalá, en dirección al norte y noreste, y a la calle del Marqués de Casa Riera, versada al este. Una verja protege a los visitantes, que pueden contemplar desde su nivel una de las encrucijadas urbanas más singulares de Madrid: la confluencia de la Gran Vía y la calle de Alcalá, junto al Banco de España y frente a la iglesia de San José. Ante la mirada de quien accede a la azotea se despliega un panorama de edificios rematados por caballos alados, buhardillas, tejadillos y chimeneas ahora humeantes, así como masas arbóreas como las del cercano paseo de Recoletos y el parque del Retiro.

"Un vigilante permanece apostado permanentemente para atender cualquier eventualidad", explicó una portavoz del Círculo. El acceso hasta la azotea se realiza desde un ascensor que registró algunas averías recientes, ahora subsanadas. Las visitas pueden realizarse también por la tarde, entre las 16.00 y las 19.30, horario vespertino que, junto con el matutino, se prolongará hasta el 8 de enero.

A partir de esa fecha -hasta la que mediará la fiesta de Nochevieja, que congrega a miles de personas-, la terraza será cerrada. "Se abrirá para acontecimientos puntuales", según precisó una portavoz de la institución cultural madrileña.