La feria inmobiliaria de Valencia abre sin clientes y con poca oferta

El certamen Urbe acusa la crisis y registra notables ausencias

Ya no hay euforia en Urbe, la feria inmobiliaria que organiza desde hace ocho años Feria Valencia y que ayer abrió sus puertas con 164 expositores menos que el año pasado y notables ausencias. Un sector deprimido por la crisis ha metido la tijera en los gastos y reducido a casi un tercio el certamen, que ofrecía en sus primeras horas un aspecto desangelado, sin apenas visitantes. "Somos muchos menos que el año pasado", reconoció el presidente, José Luis Miguel, "pero los que estamos, hemos venido a vender". Ni rastro de los inversores que hasta hace poco especulaban con sus ahorros en la indus...

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Ya no hay euforia en Urbe, la feria inmobiliaria que organiza desde hace ocho años Feria Valencia y que ayer abrió sus puertas con 164 expositores menos que el año pasado y notables ausencias. Un sector deprimido por la crisis ha metido la tijera en los gastos y reducido a casi un tercio el certamen, que ofrecía en sus primeras horas un aspecto desangelado, sin apenas visitantes. "Somos muchos menos que el año pasado", reconoció el presidente, José Luis Miguel, "pero los que estamos, hemos venido a vender". Ni rastro de los inversores que hasta hace poco especulaban con sus ahorros en la industria del ladrillo. "Ahora vienen los inversores que hacen sangre, que compran muchos activos a cambio de descuentos muy fuertes", subrayó Miguel.

Los promotores cuelgan carteles con descuentos de hasta el 62%
"Ahora los clientes miran, comparan y se lo piensan", dice una comercial
El mercado puede tardar en absorber el 'stock' de pisos unos cinco años
El presidente de Urbe aboga por que el sector rebaje su peso respecto al PIB

De la oferta presente en Urbe -que los organizadores no pudieron cuantificar-, la mayoría es obra acabada, la venta sobre plano ha pasado a la historia en estos momentos, y algunas firmas ofrecen incluso a los clientes trasladarles desde la feria a ver el inmueble como último recurso para metérselos en el bolsillo.

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El abanico de precios es amplio. Desde los 59.000 euros por un piso estándar de 30 metros en el área metropolitana que ofrece Grupo 90 a los 390.100 euros por una vivienda con jardín a pocos metros del hotel Hilton en Valencia. La oferta de segundas residencias o apartamentos vacacionales es bastante pobre al ser uno de los productos más difíciles de comercializar.

Minutos antes de la inauguración, que protagonizó el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, José Ramón García Antón, el presidente de Urbe estimaba que sólo este año se ha producido un recorte en términos nominales del 10% en los precios de los inmuebles. En 2009 se prevé un descenso parecido, aunque esta caída no es homogénea y dependerá del tipo de producto y de cómo evolucione el sector y, sobre todo, la crisis financiera.

"¿Dónde se resentirán menos? En las ciudades, dependiendo de la localización de los inmuebles, y en las oficinas y naves", opinó Miguel. Sólo la Comunidad Valenciana concentra entre un 10% y un 15% del stock de viviendas registrado en España -1,2 millones de casas en total-.Los expositores que han acudido al final a Urbe -la Generalitat ha presionado para que el certamen se celebre en contra de la opinión del sector- han echado mano de las ofertas gancho para atraer a los clientes, que ayer abrían los ojos como platos antes los carteles anunciando descuentos del 32%, el 58% y hasta del 62% en el precio de venta. Eso sí, los pabellones son austeros y del cava y de las delicatessen de otros años, ni rastro. Los tiempos no están para gastos superfluos ni agasajos.

En su operación stock cero, Primer Grupo lleva a la feria un paquete de 40 casas y pisos terminados cuyo atractivo principal son unas rebajas en el precio de entre el 13% y el 32%. Son picos de promociones que las empresas necesitan colocar para completar su comercialización, generar liquidez y poder emprender otros proyectos nuevos. Así, una vivienda jardín de 107 metros construidos en la zona del Palacio del Congresos de Valencia recorta su precio de los 576.506 euros habituales a los 390.100 en los días de feria. "La gente se está interesando por el alquiler con opción de compra", dijo María Pocoví, responsable comercial de la firma.

Lo corrobora unos metros más allá, otra comercial de la empresa Secopsa, que acude al salón inmobiliario con el afán de colocar promociones de vivienda de promoción pública en Sociópolis, Sagunto o el barrio de las Moreras entre los jóvenes. "Pagarían 500 euros al mes por el alquiler con opción de compra por pisos de 70 metros cuadrados, con garaje y trastero", explica. A los 10 años, si compran la casa, cuenta el 60% del arrendamiento pagado a lo largo del tiempo.

Unos pasos más allá, Grupo 90, con más de una docena de comerciales vestidos de un llamativo naranja -color de la marca-, captaba ayer a los pocos clientes que se paseaban por la feria para ofrecerles pisos de 30 metros cuadrados -el piso piloto expuesto en el stand parecía un poco mayor- estandarizados por 59.000 euros en localidades como Montroy o Pobla Llarga. Suelo, paredes, encimera y electrodomésticos idénticos en todas las unidades por eso del ahorro de costes. Su gran ventaja a ojos del público, la letra mensual: unos 190 euros hasta la entrega de llaves y unos doscientos y pico tras la formalización de la hipoteca. "Me consta que está siendo una fórmula imitada por otros", dice uno de los vendedores sacando pecho.

En Bancaja Hábitat, un impresionante descuento del 58% se reserva para un grupo escaso de propiedades, entre ellas dos plazas de garaje en Catarroja, de segunda mano.

Y su competencia, la división inmobiliaria de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) bate marcas con un recorte del precio de hasta el 62%. Eso sí aplicable a una segunda residencia en la localidad costera de Oliva. Son casos puntuales. "Se pierde dinero, sí, pero sólo en una de las casas, y se gana la posibilidad de acabar la obra", reconoció una comercial que, a la pregunta de si había vendido algo a lo largo de la mañana de ayer, contestó: "La gente prefiere mirar todo primero, comparar y luego se lo piensa. Ya no es como antes".

A pesar de las ofertas gancho y del descenso de los precios, un matrimonio que ayer se paseaba por Urbe a la busca y captura de un piso protegido para su hija no oculta su desencanto porque las viviendas no están tan baratas como dicen. Al final encuentran una casa en Foios y no en Valencia como pretendían. Otro joven de Paterna muestra su desencanto porque esperaba una oferta mayor de adosados, pero no los ha encontrado. Sí reconoce que algunas ofertas de pisos son interesantes.

Cerca de la entrada, en una posición destacada, una promotora de Alzira tuvo que reservar deprisa y corriendo unos metros en el salón tras conocer que el Tribunal Superior de Justicia valenciano acababa de levantar la suspensión cautelar sobre el plan general de Benimuslem, donde tiene un buen bocado de suelo para construir. Había proyectado hace dos años 1.500 casas, pero el proceso judicial frenó en seco los planes. Ahora se presentan en feria con una sustanciosa oferta más pegada al terreno y al momento; casas adosadas y de protección pública a partir de 82.000 euros en la comarca de La Ribera. Un portavoz explica la fórmula: "Son viviendas baratas, de 62 metros útiles, con plaza de garaje. Un producto a propósito para estos tiempos de crisis", apostilla José Andrés.

La previsión de ventas, como bromea el presidente de Urbe, "no la sabe ni Zeus". El consejero de Vivienda, José Ramón García Antón, trató ayer de mostrarse más optimista y aseguró que el certamen tendría visitantes. La avalancha se prevé para el fin de semana, cuando el Instituto Valenciano de Vivienda (Ivvsa) sortee más de 400 pisos de protección pública entre las cerca de 17.000 personas inscritas. Una fórmula infalible para llenar de público este salón, al que no han venido destacadas marcas como Lubasa, Ortiz e hijos o Ballester. "Ha habido muchos cierres de empresas y procesos concursales", subraya José Luis Miguel, quien se atreve a aventurar que, al ritmo actual, harían falta cinco años para absorber el actual stock de inmuebles.

Miguel apuesta por que el sector inmobiliario vuelva a sus antiguos cauces y represente en torno al 11% o 12% del PIB. "No podemos llegar a ser como hemos sido el 22% del Producto Interior Bruto", dijo convencido.

La jornada inaugural de la feria inmobiliaria Urbe presentó ayer una escasa asistencia de clientes.TANIA CASTRO

Las grandes cifras de Urbe

- Superficie y expositores: El certamen tiene este año una superficie neta de 4.000 metros cuadrados y 70 expositores frente a los 234 de 2007.

- Precios de los expositores. La organización de Urbe ha rebajado los precios del metro cuadrado de exposición hasta el 50%. El pabellón más barato ronda los 14.000 euros y el más caro, los 60.000, según los responsables del certamen.

- Ausencias y presencias: Lubasa, Ballester u Ortiz e hijos no están en esta edición. Han acudido Bancaja Hábitat, la CAM, Grupo Vila, Edival, Secopsa o Sedesa, así como instituciones oficiales.

- Evolución del sector: Los precios de la vivienda se han reducido en términos nominales un 10% este año y continuará así en 2009.

- Absorción del stock de viviendas: El presidente de Urbe, José Luis Miguel, estima que, de seguir así, el sector necesitaría unos cinco años para absorber el stock de viviendas en la Comunidad Valenciana, cuantificado en más de 100.000 inmuebles.

EL PLAN DE EL GRAU DE VALENCIA ESTRENA MAQUETA

El stand del Ayuntamiento de Valencia estrena maqueta tras varias ediciones en las que las estrellas han sido el Parque Central y las torres de Santiago Calatrava para Ciutat de les Arts i les Ciències. El Consistorio presenta el PAI de El Grau, que rematará en un espacio de 400.000 metros cuadrados la conexión de la ciudad con el mar a través de un gran delta verde. La maqueta reproduce el diseño del arquitecto José María Tomás a partir de las propuestas de Jean Nouvel y el despacho alemán GMP, y muestra una gran mancha verde con canales de agua que culebrean hacia la dársena del puerto y rascacielos en los que se concentra la edificabilidad para ganar espacios públicos.

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